La Federación Internacional del Automóvil (FIA) y los constructores de autos se han unido para garantizar un cambio exitoso y revolucionario de las normativas técnicas a partir de la Temporada 2011 en la máxima categoría del automovilismo: la Fórmula 1.

El Presidente de la FIA, Max Mosley, expresó a Autosport: "Estamos en conversaciones con los mayores constructores para asegurar que el futuro, la investigación y el desarrollo alcanzados en la Fórmula 1, tengan una mayor relevancia para la industria automovilística. Deseamos que las tecnologías del nuevo desarrollo ambiental que muchos de ellos están desarrollando, sean nuestra prioridad.

Mientras logramos estos objetivos, nos aseguraremos que el espectáculo de la Fórmula 1 continúen igual o incluso mejoren con los nuevos desarrollos", expresó Mosley.

En la edición del próximo mes de la revista F1 Racing, algunos cambios que están previstos son la utilización de motores de 2.2 litros V6 turbocomprimidos, que generarían 770 HP. Las revoluciones máximas serían limitadas a 10.000 rpm y que deben tener una duración de cinco Grandes Premios. También se contemplan algunas modificaciones en el control de tracción y la implementación de un power boost como en la A1 GP.