Sin duda la parte final de la carrera de Fórmula 1 en Melbourne fue caótica en lo deportivo por las situaciones que se presentaron. Sin embargo, hubo un extra y fueron las fallas de seguridad en el Circuito Albert Park y que tienen en aprietos a Australian Grand Prix Corporation (AGPC), el promotor de la competencia.

Se reportaron dos situaciones puntuales: la primera fue la incursión de un numeroso grupo de aficionados a la pista mientras la carrera estaba en marcha, luego de romper la línea de seguridad.

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La segunda fue el acceso de varios aficionados al auto de Nico Hülkenberg, el cual estaba estacionado a la salida de la curva 2, estando con la luz roja intermitente (con riesgo de descarga eléctrica).

Ante estos dos hechos, la comisarios del evento establecieron que el promotor infringió el artículo 12.2.1.h del Código Deportivo Internacional de la FIA 2023, al no tomar medidas razonables para provocar una situación de inseguridad.


El promotor admitió con franqueza los fallos en cuanto a los protocolos de seguridad y las medidas de protección. Además coincidieron con el delegado deportivo de la FIA y el informe del director de carrera, que se trataba de una situación inaceptable que podría haber tenido consecuencias desastrosas.

Adicionalmente el promotor se comprometió realizar una investigación exhaustiva y tomar medidas para remediar la situación a tiempo para el próximo evento en Australia.

Por su parte la FIA exigió la presentación urgente de un plan formal de reparación que aborde adecuadamente los graves problemas mencionados. Los resultados y conclusiones de estas revisiones y las recomendaciones detalladas se documentarán y se proporcionarán a la FIA a través de la Asociación Deportiva Nacional para su comentario y aprobación, según proceda.

Las revisiones mencionadas incluirán consultas con la Policía de Victoria, la Fórmula 1, la FIA y otras partes interesadas antes mencionadas.

El promotor ha solicitado que se le conceda de plazo hasta el 30 de junio de 2023 para llevar a cabo lo anterior.


Dado que se trata de cuestiones graves en materia de seguridad, los comisarios solicitaron a la FIA que revise y comente si las medidas mencionadas son adecuadas para resolver los problemas planteados y que indique si es necesario adoptar medidas adicionales lo antes posible. Esto debería hacerse directamente con el promotor. La FIA deberá establecer un plazo para ello y comentar si el plazo solicitado por el promotor es aceptable.

Además, los comisarios remiten formalmente este incidente al Consejo Mundial del Motor de la FIA para que se lleve a cabo una investigación adicional con el fin de determinar si es necesario tomar medidas adicionales o aplicar sanciones más allá del plan de reparación presentado por el promotor (y revisado por la FIA) para garantizar el desarrollo seguro y ordenado de futuros eventos en Australia.

La FIA recuerda a los competidores que tienen derecho a apelar determinadas decisiones de los Comisarios Deportivos, de conformidad con el Artículo 15 del Código Deportivo Internacional de la FIA y el Capítulo 4 del Reglamento Judicial y Disciplinario de la FIA, dentro de los plazos aplicables.

En defensa de los promotores hay que destacar que estos problemas se generaron por el mal comportamiento de un grupo de aficionados, generando una situación de riesgo tanto para ellos como para el personal en pista. Hay que empezar por allí, por cómo cada persona asume su responsabilidad individual y colectiva.