Durante la semana del Gran Premio de México Red Bull se acogió al Acuerdo de Infracción Aceptado con la FIA por el incumplimiento del límite presupuestario en 2021, pero tras estar varios días en el 'ojo del huracán' Christian Horner, jefe del equipo, considera preocupante que se haya filtrado esta información y pide que se investigue.

Después de confirmarse la sanción en la que Red Bull deberá pagar una multa de 7 millones de dólares y tendrá una reducción de 10% en su tiempo asignado de desarrollo aerodinámico, Horner compareció ante los medios en rueda de prensa para dar sus explicaciones y dejar clara la posición del equipo.

El británico explicó el incumplimiento al límite de gastos en 1,8 millones señalando que interpretaron mal algunas de las exclusiones permitidas, pero fue enfático en que "no hubo ninguna mala intención, no hubo nada deshonesto y ciertamente, no hubo ninguna trampa", algo que ratificó la FIA en su propio comunicado.

Para ese momento la escuadra de las bebidas energéticas acaparaba toda la atención, porque más allá de asegurar el título de constructores en Austin (Max Verstappen selló el de pilotos en Japón), varios rivales los señalaban con dedo acusador y pedían sanciones severas, incluso antes de que se conociera de manera oficial la decisión de la FIA.

Sobre esto Horner dijo que esperaba que se investigara la filtración del incumplimiento del límite de costos porque la escudería había recibido "una paliza muy pública":

"Las acusaciones hechas en Singapur fueron extremadamente molestas para todos los miembros del personal, todos nuestros socios, todos los involucrados en Red Bull. Obviamente, cualquier forma de filtración es enormemente preocupante. Es algo que esperamos que se investigue".

Finalmente el director de la escuadra de Milton Keynes expresó que cree que algunos rivales deberían disculparse por sus acusaciones, pero que Red Bull "no se disculpará por la forma en que hemos actuado".