Lewis Hamilton fue protagonista de la sesión de clasificación del GP de los Países Bajos y aunque considera que es demasiado optimista pensar que podía lograr la Pole si cree que, al menos, estar en primera fila si que era posible. Su último intento en Q3 quedó condicionado por una bandera amarilla al final de la sesión.

El 7 veces campeón del mundo disfruta de un mejor rendimiento comparado a lo que vivió en Bélgica. Los Mercedes pasaron de estar a casi 2 segundos del tiempo de la Pole Position a unas 3 décimas en el trazado neerlandés. El ritmo de carrera también parece bueno e invita a ilusionarse.

"Sin la bandera amarilla hubiéramos peleado por la primera fila, así que es muy positivo. Si el déficit que hemos recortado a una vuelta se refleja en nuestro ritmo de carrera, sería increíble. Creo que la Pole era muy optimista, eran muy rápidos, pero la primera fila era posible".

El británico saldrá 4º mañana compartiendo la segunda fila con Carlos Sainz y espera dar la pelea para hacerse con un lugar en el podio. Eso sí, tendrá que ser más sereno y aplacado para que no ocurra lo de Spa Francorchamps y acabe con sus opciones en carrera en la primera vuelta.

"No he hecho una tanda larga, pero George sí, y parecía muy buena. El auto estaba muy fuerte hoy, y sentía que podía ir más rápido. Espero que eso se traduzca mañana en carrera, pero definitivamente estaré presionando al máximo para lograr el podio".

Quien si ha sido bastante optimista ha sido Toto Wolff, el jefe del equipo Mercedes, que dijo que la Pole sí era posible: "Por los datos del auto, que los hemos revisado a conciencia, estábamos una décima por encima de la Pole antes del incidente. No sabemos dónde habríamos acabado, pero estábamos peleando por la Pole. Se siente bien, queremos más, y podríamos haber estado ahí".

Los de Brackley confían en, que como ha sido usual esta temporada, el desempeño en carrera sea mejor que el de clasificación para estar a la altura de Red Bull y Ferrari.