Para su tercera edición en el continente sudamericano, el Dakar sigue su exploración de Argentina y de Chile hacia el norte. Se modificó el equilibrio de las dificultades para exigir de los pilotos y sus equipos esfuerzos más razonables en la primera parte del recorrido.
Tras la jornada de descanso, los competidores tendrán que aportar una resistencia extrema frente a un encadenamiento de etapas decisivas, susceptibles de modificar la jerarquía hasta la víspera de la llegada a Buenos Aires.
David Castera, director deportivo del Dakar, expresó: "Una de las satisfacciones fue descubrir nuevas regiones yendo más hacia el norte. Esta llegada hasta los límites de ambos países contribuye a la elaboración de un recorrido denso y variado. El balance a mitad de recorrido será quizás alentador para muchos amateurs, pero el camino de regreso hacia Buenos Aires se anuncia temible con cuatro etapas donde están reunidas todas las dificultades imaginables en el desierto de Atacama.
Personalmente, durante los reconocimientos, tuve un enamoramiento por los paisajes de western en los cuales correremos en la etapa Chilecito - San Juan. Creo que los competidores compartirán mi admiración", dijo Castera.