BYD rompe el tablero mundial: 15 millones de unidades producidas en un tiempo récord
El gigante asiático celebra la salida de su unidad 15 millones de la línea de montaje, consolidando un crecimiento exponencial que pone en jaque a los fabricantes tradicionales de Europa y Estados Unidos.
Lo que hace apenas una década parecía un sueño lejano para la industria china, hoy es una realidad que redefine el mercado global. Lo verdaderamente impactante no es solo el número, sino la aceleración: la marca tardó 13 años en fabricar su primer millón de vehículos, pero solo necesitó de los últimos meses para saltar de los 10 a los 15 millones, una hazaña de escala industrial sin precedentes.
El modelo del hito: Un Denza Z9 GT para la historia
El vehículo que marcó esta cifra histórica fue un Denza Z9 GT, una berlina de lujo de altas prestaciones que pertenece a la división premium de la marca. Este modelo, equipado con la tecnología e-Platform 3.0 Evo, simboliza la evolución de BYD: de producir carros económicos y sencillos a liderar el segmento de lujo tecnológico con sistemas de propulsión de tres motores y potencias que superan los 900 caballos.
Este logro llega en un momento de expansión agresiva para la compañía. Con fábricas ya operativas o en construcción en Tailandia, Brasil, Hungría y planes avanzados para México y Turquía, BYD ha dejado de ser una "marca china" para convertirse en una verdadera multinacional que ya disputa mes a mes el trono de mayor vendedor de vehículos electrificados del mundo con Tesla.
La clave del éxito: Integración vertical y tecnología propia
¿Cómo ha logrado BYD producir 15 millones de carros en un abrir y cerrar de ojos? La respuesta está en su modelo de negocio. A diferencia de otras marcas que dependen de cientos de proveedores externos, BYD fabrica casi el 90% de los componentes de sus vehículos, incluyendo el cerebro del carro: las baterías.
Su famosa batería Blade, basada en química de litio-ferrofosfato (LFP), es considerada una de las más seguras y duraderas del mercado, al punto que incluso competidores directos como Tesla y Toyota le compran celdas para sus propios modelos. Esta independencia le ha permitido sortear las crisis de suministros globales y mantener precios competitivos mientras escala su producción a niveles masivos.
¿Qué significa esto para el mercado colombiano?
Para Colombia, donde BYD es líder indiscutible en el segmento de buses eléctricos de transporte masivo y una de las marcas de mayor crecimiento en vehículos particulares (con modelos como el Seagull y la Yuan UP), este récord garantiza dos cosas: respaldo y evolución tecnológica.
La escala de 15 millones de unidades producidas asegura que la marca tiene la robustez financiera para mantener el servicio posventa y continuar bajando los costos de la tecnología híbrida y eléctrica, acercándola cada vez más al precio de los carros de combustión interna. Con esta cifra, BYD ya no solo compite por volumen, sino por la hegemonía tecnológica del siglo XXI.
Una velocidad que humilla a la historia
Para entender la magnitud del logro de BYD, basta con mirar el espejo retrovisor de la historia automotriz. Mientras que el gigante chino ha fabricado 15 millones de vehículos electrificados en apenas 17 años (y sus últimos 5 millones en solo 13 meses), a los fabricantes tradicionales les tomó décadas alcanzar volúmenes similares con tecnologías mucho más sencillas.
Por ejemplo, a Toyota le tomó cerca de 23 años (desde 1997 hasta 2020) alcanzar el hito de los 15 millones de unidades vendidas, pero solo contando sus modelos híbridos. Si hablamos de producción total de vehículos, las marcas históricas como Ford o la propia Toyota construyeron su dominio a lo largo de casi un siglo.
En contraste, BYD ya ha superado la producción acumulada de vehículos eléctricos de Tesla (que ronda los 8 millones) y de todo el Grupo Volkswagen combinado (menos de 3 millones de BEV y PHEV). Esta "furia china" no solo está vendiendo más, sino que está demostrando que la capacidad de escalabilidad en la era eléctrica pertenece, por ahora, a quien domina la cadena de suministro desde la celda de la batería hasta el software.