Nos unimos al tercer piloto de la escudería Honda Racing F1 Team, Alex Wurz, quien nos describirá una vuelta a bordo en el Albert Park de Melbourne, sede del Gran Premio de Australia.
"Se entra en la primera curva en séptima marcha, a unos 300 km/h. La zona de frenado es muy desigual y hay que tener cuidado para no pasarse. Las curvas 3, 4 y 5 son la parte más fluida del circuito: la tercera curva se toma en segunda y las siguientes, a izquierda y derecha, son difíciles y muy veloces.
La sexta curva no debería presentar dificultades, si uno tiene un buen coche, antes de frenar con fuerza por la chicane. Hay una larga curva a la derecha antes de encontrarse con otra chicane en segunda. Es una zona de frenado bastante difícil, porque se entra a 300 km/h, pero rápidamente se recupera velocidad y se deja el lago atrás, por una accidentada y larga curva a la izquierda.
Después encontramos una chicane a alta velocidad en las curvas 11 y 12. Es una parte muy agradable del circuito, en especial porque aumenta la adherencia. Se recorre a una velocidad mínima de 220 km/h y la parte trasera se aligera un poco, por lo que es un buen reto para el auto y sin duda te mantiene alerta en la cabina.
A continuación se llega al último sector. Las dos últimas curvas son un poco a lo Mickey Mouse, pero en ellas se puede recuperar un buen tiempo de vuelta. Al llegar a la penúltima curva hay que mantener la seguridad y aplicar los frenos con mucha precisión. Después ya sólo se trata de salir con la máxima velocidad posible de la última vuelta para encarar la línea de salida-llegada".