La Scuderia Ferrari y Kimi Räikkönen brindaron el espectáculo en las calles de Róterdam
Emoción y espectáculo es lo que puso la Scuderia Ferrari en el VKV Rotterdam City Racing, el evento que ha reunido en la ciudad holandesa a cerca de medio millón de aficionados, animados por un sol que ha sustituido a las nubes de la jornada de ayer.
Por parte de la Scuderia Ferrari salió a pista el piloto Kimi Räikkönen, protagonista de una exhibición a tres vueltas al circuito de cuatro kilómetros situado entre el puente de Willemsburg y la rotonda de Hofplein. El finlandés se puso al volante del F60 de 2009, el auto con el que ganó el Gran Premio de Bélgica de aquel año.
El ferrarista hizo vibrar al público que ocupaba las gradas del circuito urbano de Róterdam con salidas alucinantes, quemando neumático en el asfalto con su monoplaza y con aceleraciones espectaculares.
Kimi, antes y después de la exhibición, pasó tiempo saludando a aficionados y entusiastas de todas las edades, entre los que había muchísimos niños, charlando con ellos sobre esta temporada y sobre las expectativas para la próxima, además de firmar cientos de autógrafos para los amantes del motor de un país que en el pasado albergó Grandes Premio de Fórmula 1 hasta 1985, año en que se disputó la última carrera de esta competición sobre la pista de Zandvoort.