En un rueda de prensa cargada de emoción tras proclamarse campeón del mundo de Fórmula 1 por primera vez, Lando Norris dedicó el título esta noche en Abu Dhabi, a todas las personas que hicieron posible su sueño, remontándose a sus humildes comienzos en el karting.

Con la voz entrecortada y visiblemente conmovido, el piloto de McLaren declaró: "Este no es mi campeonato del mundo. Es nuestro" . En un discurso sincero, Norris agradeció el sacrificio de sus padres, el apoyo de su familia y el trabajo incansable de su equipo. "Ellos son los que sacrificaron tanto para permitirme ser el chico afortunado que soy hoy... Por primera vez, realmente puedo decirles gracias y hacerles sentir que todo lo que hicieron valió la pena".

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Norris reconoció que el camino no fue fácil, especialmente en la primera mitad de la temporada. "Tuve muchos momentos difíciles al principio. Oscar (Piastri) hizo un trabajo increíble, estaba consistentemente por delante de mí". Sin embargo, estos momentos de adversidad se convirtieron en catalizador de su crecimiento: "Tuve que ir más allá, expandir mi grupo, trabajar con más personas dentro y fuera de la pista".


El punto de inflexión llegó tras el Gran Premio de Zandvoort, donde quedó 34 puntos detrás de su compañero. "No fue que la presión desapareciera, fue todo lo contrario. Pensé: 'Vaya, estoy bastante atrás contra un piloto increíblemente rápido, tengo que intensificarlo". Esta reflexión condujo a una racha de resultados sobresalientes que finalmente le dio el campeonato.

Ante las comparaciones con otros campeones como Max Verstappen, Norris fue claro: "Gané el campeonato este año a mi manera: siendo un piloto justo, intentando ser honesto". Rechazó la idea de que necesitara cambiar su esencia para triunfar: "¿Podría haber sido más agresivo en algunos momentos? Seguramente. Pero, ¿es esa la forma en que quiero competir? ¿Ese soy yo? No".


Sobre haber derrotado a Verstappen, cuádruple campeón mundial, afirmó: "Mi motivación no está en demostrar que soy mejor que alguien más. Mañana no me voy a despertar y decir: 'Estoy tan feliz porque le gané a Max'. Honestamente, en el fondo, no me importa eso".

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Mirando hacia el futuro, el nuevo campeón se mostró humilde y consciente del desafío: "Sé que cuando compita contra Max, un campeón de cuatro mundiales, o contra Oscar, que en algún momento probablemente me venza y sea campeón mundial, tendré que rendir al máximo. Y espero muchos momentos más así".


Con este título, Lando Norris no solo alcanza la cima del automovilismo mundial, sino que lo hace manteniendo la autenticidad y el estilo que le han caracterizado, cerrando un círculo que comenzó cuando era un niño soñando con correr en Fórmula 1.