El Presidente Luca di Montezemolo ha sido muy claro, tras una reunión con Stefano Domenicali y los ingenieros de la Scuderia, con motivo de un Gran Premio de Hungría decepcionante, sobre todo en términos de rendimiento. El presidente ha pedido un inmediato cambio de ritmo para volver, ya desde Spa, a luchar por victorias, como venía sucediendo esta temporada hasta el Gran Premio de Canadá.

Montezemolo, como de costumbre, fue muy directo a la hora de pedir al equipo que subiera una marcha. Cada uno de los técnicos presentes en la reunión recibió un cuchillo de regalo y una invitación (en el sentido metafórico, hasta cierto punto…) a ponérselo entre los dientes para afrontar la segunda mitad del campeonato.

No es éste el momento, definitivamente, de ponerse a discutir sobre quién es responsable de ésta o aquella decisión, en parte porque todo es posible aún en estos nueve Grandes Premios que quedan todavía por disputar. Hay puntos por los que luchar y el potencial para conquistar los suficientes para ganar, y Montezemolo está haciendo todo lo posible para asegurar apoyos y recursos al equipo, como demuestra la llegada a Maranello de James Allison, procedente de Lotus, ya a partir del próximo 1 de septiembre. Pero éste es el momento de cerrar filas, sin caer en arrebatos que, aunque puedan ser comprensibles en la inmediatez de un resultado negativo, no sirven de nada a nadie.

Era una referencia a los últimos comentarios de Fernando Alonso, que no le sentaron bien a Montezemolo ni a nadie del equipo. Así que, cuando Montezemolo llamó el pasado lunes al español para desearle un feliz cumpleaños, le pegó también un tirón de orejas, recordándole que "a todos los grandes campeones que han pilotado para Ferrari, se les ha pedido que antepusieran los intereses del equipo a los suyos. Este es el momento de mantener la calma, evitar polémicas y mostrar humildad y determinación a la hora de contribuir cada uno en lo suyo, apoyando al equipo y a su gente tanto dentro como fuera del circuito".

Montezemolo también estuvo en el análisis técnico, un análisis que se realizó en profundidad, sin dejarse nada por el camino, incluyendo la introducción de los nuevos neumáticos durante las dos últimas carreras, una variable que, definitivamente, no ha favorecido a Ferrari. La elección de Pirelli ha contribuido a alterar artificialmente la jerarquía, algo que no ha sentado bien al Presidente, ni a los hombres de la Scuderia. Este tema será objeto de debate en un futuro muy cercano.