El joven piloto Mike Conway, de Honda de Racing F1 Team, que ya ha corrido en el nuevo circuito de Valencia, acompaña a Alex Würz, piloto de pruebas y de reserva, en el habitual reconocimiento de la vuelta al trazado.

"Recuerdo la primera prueba de Fórmula 1 que realicé en Valencia en 2000", empieza diciendo Alex. "Entonces era una ciudad pequeña, que ha crecido de manera desmesurada hasta convertirse en una urbe muy moderna. Hay buenos sitios para salir y tiene un ritmo muy intenso. La ciudad está muy volcada con los deportes, con el fútbol y la Copa América, y van a montar un gran espectáculo para la Fórmula 1. Pienso que Valencia se consolidará muy pronto como uno de nuestros Grandes Premios favoritos.

Al tratarse de un circuito urbano, tendrá un encanto especial y los pilotos se esforzarán por conocer el nuevo trazado. Al principio habrá bastante polvo y deberán incrementar la velocidad de manera constante porque las vallas no perdonarán. Me gustan los circuitos urbanos, ¡y me encantaría correr este fin de semana!".

Mike, que corrió en Valencia el fin de semana previo al Gran Premio de Hungría con un deportivo GT, interviene para describir la vuelta completa: "Es una pista difícil, aunque los elevados muros de cemento provocan una sensación muy distinta a la de Mónaco. La primera curva es a derecha, que con un auto de F1 se toma a toda velocidad, y después hay que forzar los frenos en la segunda curva, un giro a la derecha que se encara en segunda. La tercera curva es un giro sinuoso que se toma en cuarta velocidad, al igual que las curvas 5 y 6, y es posible que los autos marchen en séptima antes de frenar para la curva 8, que es el comienzo de la sección del puente.

Hay un bache pequeño al entrar y salir del puente de Astilleros, que podría desequilibrar a los autos en asfalto mojado, y después se enfrenta un giro de 90 grados antes de que la pista descienda para iniciar una recta larga y curvada. Aquí los autos más lentos pueden representar un problema en la clasificación, por lo que hay que estar atento a los comisarios al ir acelerando de marcha en marcha.

Se frena muy fuerte para la curva 12, el punto donde se tiene la mayor sensación de estar en un circuito urbano, porque hay semáforos que cuelgan sobre el trazado y se ven los edificios. A continuación viene una doble curva a izquierda y se entra casi de inmediato en la curva 14, que es un giro a derecha de 90 grados en cuarta. Hay después otra recta larga, que tiene al final una horquilla no muy distinta a la de Adelaide, en Magny-Cours. Es un lugar que ofrece buenas oportunidades de adelantamiento.

Se entra a continuación en las últimas etapas de la vuelta, caracterizadas por giros rápidos y limpios. Desembocan en la última curva, que es bastante cerrada y a la izquierda. La salida de esa curva será importante, porque desde ella se pasa a la recta de salida/llegada para iniciar una nueva vuelta".