Charles Leclerc fue protagonista de un extraño accidente el domingo durante el GP de Mónaco Histórico. El choque se debió a una falla en los frenos y aunque el piloto monegasco salió ileso, no fue así para la Ferrari 312B3 que pilotaba en el evento. Este fue el monoplaza con el que Niki Lauda ganó su primera carrera de Fórmula 1 en 1974.


El actual líder del campeonato mundial de Fórmula 1 se puso al volante del icónico auto y rodaba sin sobresaltos hasta que en la tercera vuelta perdió el control transitando la emblemática curva La Rascasse y terminó impactando las barreras, causando daños en el alerón trasero. En la demostración también estaba el ex de Ferrari y 6 veces ganador de las 24 Horas de LeMans, Jacky Ickx.

Aunque pudo reiniciar la marcha, finalmente se detuvo sobre la recta principal con humo saliendo de la parte trasera del auto. Luego de examinar los daños con un par de comisarios, Leclerc comentó con Ickx que había perdido totalmente los frenos. No fue un error de pilotaje.

A través de su cuenta de Twitter Charles comentó:

"Cuando pensabas que ya tenías toda la mala suerte del mundo en Mónaco y pierdes los frenos en La Rascasse con uno de los Ferrari históricos más emblemáticos de la Fórmula 1".

Y es que la suerte de Leclerc en Mónaco es, coma más punto menos, horrible. En su debut con Alfa Romeo Sauber en 2018 finalizó 18º. Al año siguiente, ya siendo piloto de Ferrari, chocó cuando venía remontando desde los últimos lugares por un error del equipo en clasificación. Y en el 2021 logró la Pole Position pero se estrelló en la misma sesión y no pudo disputar su Gran Premio de casa debido a los daños en el auto.

La Ferrari 312B3 que pilotaba el monegasco es propiedad de Methuselah Racing, equipo dirigido por Mario Linke y que tiene sede en Colonia. Con la 312B3 Lauda cruzó la meta 2ª en Argentina y ganó los Grandes Premios de España y Holanda de 1974 en su primera temporada con la Scuderia.