Este fin de semana la Fórmula 1 llega al Circuito Internacional de Sakhir, una pista que por su ubicación y condiciones es un gran desafío no solo para los pilotos sino para Pirelli que trae para esta carrera sus tres compuestos más duros (C1, C2 y C3).

Bahrein es un trazado con un asfalto bastante abrasivo, con casi ninguna curva rápida, de frenadas fuertes, donde prevalece la tracción; por lo que los equipos deben prestar especial atención en cuidar los neumáticos traseros. Otro factor a tener en cuenta es que conforme se llega a la parte final de la competencia las temperaturas van cayendo y esto alarga las tandas. En 2018 varios pilotos hicieron dos paradas, aunque la estrategia ganadora fue la de una detención. 

Por las condiciones en que que se va a desarrollar la clasificación y la carrera en su última parte, la única práctica libre que entregará información relevante a las escuderías será la segunda, así que los programas de trabajo se concentrarán en estos 90 minutos.

Mario Isola, director de competición de Pirelli dio algunas claves y lo que podremos ver este fin de semana en el desierto. ""El año pasado tuvimos batallas estratégicas notables en Bahrein y esperamos que este año haya aún más potencial. Los compuestos C1 y C2 que son la opción dura y media de este fin de semana son en realidad un poco más blandos que los neumáticos duro y medio del año pasado, lo que debería hacer que se adapten aún más a esta pista.

Aunque la clave de Bahrein es la gestión de los neumáticos traseros, no muchos equipos han elegido un juego adicional del compuesto duro. Como siempre, el desafío consiste lograr la mayor tracción en una pista cambiante con bajas temperaturas, así como con el asfalto más áspero del año".