Aunque la marca de los aros llevó un nutrido portafolio de vehículos novedosos a la exposición alemana, sin duda el protagonista de su estand es este prototipo eléctrico y autónomo, de aspecto futurista y el cual propone diferentes soluciones tecnológicas muy avanzadas.


Esta especie de 'buggie' cabinado llama la atención especialmente por sus formas y porque su habitáculo cuenta con un gran porcentaje de superficie acristalada, sin dejar de ofrecer una óptima seguridad para los ocupantes. Otro aspecto quizá más atrayente es el juego de drones triangulares que hacen las veces de luces principales y que tienen la facilidad de desplazarse más adelante del vehículo, examinar el terreno y enviar a través de cámaras las imágenes del camino a unas pantallas en la cabina.

Sus cotas hacen que sea un carro conceptual muy práctico, pues puede caber prácticamente en cualquier camino estrecho y transitar por terrenos difíciles. Mide 4.15 metros de largo, 2.15 de ancho y 1.67 m de alto. Cuenta con una espectacular altura al piso de 34 centímetros, lo que sumado a sus enormes llantas sin aire montadas en rines de 22 pulgadas representa una gran ventaja frente a otros vehículos todoterreno tradicionales.


El curioso 4x4 eléctrico está montado sobre un chasis fabricado con una mezcla de acero, aluminio y fibra de carbono. Esto debería aportar a una reducción de peso, pero debido a que las baterías de iones de litio pesan tanto, este Audi marca 1.750 kilogramos en la báscula.

De su práctico conjunto se destacan el portón posterior de apertura completa y los estribos retráctiles que dan acceso a los asientos traseros tipo hamaca extraíbles. Por dentro cuenta con varios amarres para asegurar objetos o algún tipo de carga.


Con respecto a su mecánica, el AI:Trail Quattro monta en cada rueda un motor eléctrico, que en conjunto entregan una potencia de 450 caballos y un torque de 1.000 Nm. Con el objetivo de mantener una autonomía extendida, y teniendo en cuenta que se trata de un vehículo destinado a actividades todoterreno, su velocidad tope está limitada a 130 kilómetros por hora, mientras que la autonomía dependería de la dificultad del terreno por el que camine: hasta 500 km en asfalto y un promedio de 250 km en vías agrestes.


Pasando al nivel de conducción autónoma, en carretera ofrece un nivel 4 o toral, mientras que en rutas irregulares y de montaña la autonomía baja uno o dos niveles según la dificultad de manejo, lo cual explica que el carro cuente con timón y pedales. Entre las ayudas electrónicas se enumeran el control de estabilidad, la regulación variable de inflado de llantas y el sistema de suspensión con un larguísimo recorrido.