Cesvi Colombia informa sobre la influencia del cambio de color en los stops del vehículo
sep 9 /2013 22:49 GMT
Bogotá, Colombia
Cesvi Colombia
Por: Giovanni Bonilla
Director Autos F1LATAM
Una conducción segura requiere ver la vía y las diversas circunstancias que se presentan en el tránsito, así como ser vistos por los demás usuarios y advertirles de la intención de realizar determinadas maniobras.
Por esta razón, la falta de luz natural en lugares cerrados o sin iluminación de noche o en condiciones ambientales o climatológicas adversas, incluso de día, dificultan el ver y ser vistos, más aún cuando cambiamos los colores reglamentarios que facilitan la manera en que nos hacemos notar.
El sistema de alumbrado
Está especialmente ajustado para la circulación nocturna o en condiciones en las que la visibilidad quede reducida por niebla, lluvia u otras circunstancias. La señalización óptica es el conjunto de todos y cada uno de los dispositivos que advierten de la presencia de los vehículos a los demás usuarios, así como de las maniobras que van a realizar.
Dispositivos reflectantes
Tienen como principal funcionalidad el poder verse a una distancia mínima de 150 metros. Dentro de estos dispositivos podemos encontrar las luces de posición (o cocuyos), las cuales no requieren de accionarse para que cumplan con su propósito, pues lo que hacen es reflejar la luz ajena para indicar el posicionamiento del vehículo. Se recomienda que la distribución de estos sea así:
• De color rojo en la parte trasera
• De color blanco en la delantera
• Amarillos si están en un lateral
Tipo de luces para ser vistos
Estas varían según su función y su color. A continuación se describen las principales luces en un vehículo que cumplen con la función para ser vistos:
• Luces de estacionamiento (P). Sirven para señalizar la presencia de un vehículo que esté estacionado. Estas se activan cuando se accionan los indicadores en el tablero de instrumentos y se deben desactivar una vez que se inicie el movimiento.
• Luces de emergencia/los cuatro intermitentes. Son iguales que las luces de estacionamiento, lo que varía es su función. Consiste en el funcionamiento simultáneo de todos los intermitentes. Las luces de emergencia son obligatorias para todo tipo de vehículos y tienen como principal función señalizar y advertir a los demás conductores de la presencia de nuestro vehículo. Cabe anotar que siempre se debe usar este dispositivo en caso de emergencia o situación de peligro, teniendo el vehículo estacionado o en movimiento, tanto de día como de noche.
• Luces de posición. Este tipo de luces están destinadas a advertir de nuestra presencia en la calzada a otros vehículos que circulan por ella. Normalmente los vehículos incorporan automáticamente un mecanismo con el cual la luz de posición se activa cada vez que encendemos las farolas de nuestro vehículo, por tal razón dichas luces deben cumplir las siguientes normas básicas:
1- Deben indicar nuestra posición y la anchura aproximada del vehículo
2- Son obligatorias para todos los vehículos, autobuses, remolques, semirremolques, ciclos, ciclomotores y vehículos de tracción animal.
3- Deben estar presentes en la parte delantera y trasera de los vehículos
4- Las luces delanteras de posición deben poderse ver a más de 300 metros de distancia en condiciones meteorológicas normales
5- Las delanteras deben ser blancas o amarillas (siempre las dos) y las traseras rojas
• Indicador de dirección. Son las luces intermitentes de color amarillo, que sirven para indicar los desplazamientos laterales de nuestro vehículo hacia el lado derecho o izquierdo. Estos indicadores deberán accionarse con la suficiente antelación para que los demás vehículos adviertan la maniobra. También se deberán accionar si vamos a parar, indicándolo con antelación hacia el lado que queremos detener el vehículo.
• Luces de freno. Este dispositivo sirve para advertir a los demás usuarios de la vía de la utilización del freno de servicio. Consisten en una o varias luces rojas de mayor intensidad que las de posición posterior, situadas en la parte trasera del vehículo con el soporte de una tercera luz de freno, ubicada en la parte central posterior y que funciona de igual manera que las otras dos
• Luz de marcha atrás. Consiste en una o dos luces blancas situadas en la parte posterior del vehículo. Esta luz tiene doble finalidad: por un lado indicar a los demás usuarios de la vía de nuestra intención de desplazarnos hacia atrás y por otro lado, facilitarnos a nosotros mismos la visibilidad en la parte posterior de nuestro vehículo cuando vamos a realizar dicha maniobra. Por tal razón, se debe accionar automáticamente cuando se mueve la palanca de cambios a la posición de marcha atrás.
Definidos estos seis tipos de luces y sabiendo que sus principales colores son: el rojo, amarillo y blanco, explicamos la influencia de estos colores ante un estímulo presentado en la acción de conducir.
La teoría del color
El color es una sensación que es percibida por los órganos visuales. Esta sensación es producida por los rayos luminosos y depende de su longitud de onda y de las características del órgano receptor.
Percibir el mundo en colores es un fenómeno físico-químico asociado a las infinitas combinaciones de la luz, relacionado con las diferentes longitudes de onda en la zona visible del espectro electromagnético que perciben las personas. Para hacernos una idea, el ojo humano solo es sensible a una estrecha gama de frecuencias de espectro electromagnético (aproximadamente 420-750 THz); entre este rango de longitudes de onda se perciben los diferentes colores, aquellos que se encuentran por fuera de este rango no son visibles al ojo humano como por ejemplo los rayos infrarrojos y los ultravioleta.
Aunque la sensibilidad a la luz varía de una persona a otra, en el espectro de frecuencias visibles tenemos una gran capacidad. El ojo humano es más sensible a la luz verde/amarilla que a rojos y azules, y por esta razón las luces direccionales y las de estacionamiento son de color amarillo, puesto que garantizan confianza en el proceso de advertir situaciones inesperadas. La sensibilidad al amarillo está en un orden de seis veces mayor que al azul.
En consecuencia, se dice que el azul tiene una menor contribución a la sensación de brillo, mientras que el amarillo la tiene alta.
Así mismo, si se analiza desde el punto de vista físico, el ojo humano tiene una mayor sensibilidad cromática para los colores superiores del espectro, especialmente los rojos, razón por la cual las luces de posición y las luces de freno obligatoriamente deben ser de este color, pues así se facilita la rápida acción luego del proceso de percepción y reacción generado en el cerebro.
Por lo anterior, desde el punto de vista de seguridad y del reglamento, no es permitido ni aconsejable cambiar los colores de las luces de los vehículos.