Marcas chinas superan el 12 por ciento de la importación y desplazan a los fabricantes históricos
La ofensiva china ha reventado el statu quo del mercado automotor. Adiós al dominio de firmas tradicionales.
Impulsadas por la electromovilidad y una relación precio-equipamiento insuperable, estas marcas ya están forzando a los gigantes europeos a ''volverse más chinos'' para sobrevivir en la nueva era.
La tranquilidad de los fabricantes tradicionales se acabó. Lo que hace unos años se veía como una competencia lejana, hoy es una realidad que ha quebrado la jerarquía de ventas en el país.
El crecimiento de los vehículos de origen asiático no tiene precedentes. En el primer semestre de 2025, las ventas de carros chinos aumentaron más de un 28 % respecto al año anterior, según datos de Andemos. Este crecimiento acelerado significa que 12 de cada 100 carros nuevos importados hoy provienen de la potencia oriental.
Este cambio ha redefinido el Top 10
• BYD, el caso de estudio: El fabricante se consolidó como la gran sorpresa de 2025, saltando al Top 10 de ventas. Este avance es impulsado por una estrategia doble que ataca a los segmentos de eléctricos y de vehículos de gasolina de precio competitivo.
• Aceleración en las Cifras: Marcas como Foton (+63.7 %), JMC (+46 %) y JAC (+29.6 %) demuestran que el consumidor está migrando masivamente hacia estas opciones, abandonando marcas que históricamente dominaron los segmentos de pick-ups y utilitarios.
La fórmula secreta: Más por menos
La clave del éxito chino no es solo el precio, sino la desmedida relación valor-equipamiento que ofrecen, algo que la competencia tradicional no puede igualar sin sacrificar sus márgenes de ganancia.
Mientras que los fabricantes europeos han sido cautelosos, China domina la cadena de producción de baterías y componentes, permitiéndoles liderar el mercado eléctrico.
En el segmento de eléctricos, marcas como GAC y FAW registraron crecimientos de 6.700 % y 740 % respectivamente en el último trimestre de 2025. El acceso a la tecnología EV es, hoy por hoy, un campo dominado por Asia.
Modelos de Chery (Serie Tiggo) y Deepal (S05 y S07) han conquistado a los compradores porque traen de serie lo que otros cobran como extra: pantallas multimedia gigantes, asistentes de conducción avanzados (ADAS), acabados premium y, crucialmente, planes de garantía de 5 a 7 años, disipando las viejas dudas sobre la durabilidad.
Zeekr, del gigante Grupo Geely, también ha tenido gran protagonismo en el segmento de lujo eléctrico chino.
Alianzas estratégicas: La respuesta de la ''vieja guardia''
La presión china es tan fuerte que ha obligado a los gigantes a considerar alianzas impensables. Se ha confirmado, por ejemplo, el interés del gigante Chery en asociarse con Renault para utilizar su capacidad industrial local.
Esto no es solo una estrategia de producción, es un intento de las marcas asiáticas de consolidar su presencia industrial y expandir rápidamente su red de servicio postventa (crucialmente mejorada por marcas como Chery con su 90 % de cobertura actual).
La reacción es global y dramática. El CEO de Mercedes-Benz llegó a calificar la competencia china como ''catastrófica'' y reconoció abiertamente que el futuro de los fabricantes europeos pasa por “volverse aún más chinos” para reducir costos y acelerar la innovación.
En conclusión, el mercado local ha pasado de ser un territorio seguro para los fabricantes históricos a ser un campo de batalla. La balanza se ha inclinado hacia el este, donde la tecnología accesible y la agresividad comercial están redefiniendo lo que el consumidor espera de un carro nuevo.