Ante la creciente demanda de vehículos eléctricos en el último año, nos hemos dado a la tarea de indagar qué tan fácil y económico es la recarga de estos autos. Para esto acudimos a Enel-Condensa, una de las empresas encargadas del suministro eléctrico y de la instalación de los cargadores, para despejar todas las dudas y mitos que rodean este tema.
A continuación el video explicativo con Mauricio Miranda, jefe de movilidad de eléctrica de Enel-Condesa
Uno de los puntos clave en la decisión de compra de un carro eléctrico, es la facilidad para realizar las recargas. Actualmente Enel-Codensa en Bogotá tiene más de cinco 'electrolineras' públicas (Salitre, Tercer Milenio, Unicentro y calle 114 con avenida 19) con 57 puntos de carga. De momento su uso es gratuito.
Las estaciones de recarga tienen varios tipos de cargadores. En estos puntos públicos se pueden encontrar de carga rápida, con las tres referencias de conectores que existen en el mercado. De esta forma, mientras las personas van de compras o cumplen con sus compromisos, los vehículos se van cargando. En aproximadamente de 30 a 40 minutos, el auto puede alcanzar un 80% de la carga.
La compañía italiana ha optado por esta estrategia para incentivar a todos los ciudadanos para que tengan cuenta esta tecnología, la cual cuenta con múltiples beneficios. No solo contribuye a la movilidad sostenible por no generar emisiones contaminantes, sino que también está exento de restricción de pico y placa en varias ciudades como Bogotá y Medellín. Además los carros eléctricos cuentan con muy bajos costos de mantenimiento.
Adicional a las recargas en puntos público-privados, Enel-Codensa realiza instalaciones para clientes residenciales y corporativos. En el punto se realiza el estudio de la infraestructura que se requiere y posteriormente la empresa cotiza. Estos costos van de acuerdo a las necesidades del cliente y a la complejidad de la instalación.
Un caso de éxito de este proceso lo ha tenido Angélica Morales, propietaria de un Renault Twizy en la ciudad de Bogotá. Durante tres años ha podido aprovechar los beneficios de un auto eléctrico y de las recargas. Al contar con el cargador en su casa, ha sido muy poco el aumento en el recibo de la luz. En comparación a lo que tendría que gastar en combustible, el ahorro es altamente significativo.