Su ensamblaje se inició en Colombia en 1981 con piezas provenientes de Brasil, las cuales eran montadas en la planta de GM Colmotores ubicada en el sur de Bogotá. Allí Chevrolet armó por unos años el modelo, iniciando con una opción hatchback de tres puertas a la que se sumó en 1983 la carrocería sedán de cuatro puertas. A finales de 1984, desapareció el hatchback y se introdujo en el mercado nacional la variante de servicio público, también con carrocería de tres volúmenes y cuatro puertas, que se siguió comercializando a la par con el sedán particular.

Desde su lanzamiento en nuestro país, el Chevette montó un propulsor de cuatro cilindros en línea y 8 válvulas, que desplazaba 1.398 centímetros cúbicos y producía una potencia de 61,1 caballos a 6.500 rpm. A este motor se acopló en su momento una caja de cambios manual de cuatro velocidades que se accionaba desde una palanca con toma directa. La compañía fabricó en Brasil también un motor de 1.6 litros, el cual se ensambló de igual manera en Colombia y se usó casi exclusivamente en la versión taxi.


Cuando el Chevette de servicio público se popularizó en Colombia, el modelo estuvo marcado por una buena época de reconocimiento, enfatizado particularmente por contar con impulsión trasera, lo que muy pocos autos de su segmento ofrecían, y usar frenos servo asistidos con discos ventilados adelante y campanas atrás.

En la parte delantera contaba con suspensión independiente, mientras que en la zona trasera se tenía un sistema de eje rígido con espirales. Todo este conjunto le otorgó al compacto de Chevrolet la fama de auto fuerte, durable e indiscutiblemente muy confiable en lo que a mecánica se refería. La gente lo tenía presente, además del bajo costo, por su facilidad de manejo, por unos cambios que se accionaban sin esfuerzo alguno y porque su carrocería tradicional presentaba una correcta proporción y equilibrio, dando al modelo una justa sensación aerodinámica y estilizada.

La dirección del Chevette era de piñón y cremallera y su alimentación era por bomba mecánica y carburador simple vertical con filtro de aire seco de papel. Las llantas de tamaño 165 SR13 traían de serie un vistoso anillo cromado sobre los rines. El espacio interior, proporcional al tamaño de un auto de más de 4 metros, era amplio y ofrecía ubicación cómoda a cinco personas, al tiempo que el asiento posterior dejaba un buen espacio para las piernas.


El baúl del modelo de Chevrolet se destacaba por su óptima capacidad y profundidad, que, si bien una buena parte estaba ocupada por la llanta de repuesto, quedaba una gran zona de carga disponible y con buena accesibilidad.

Aunque en su paso por Colombia el Chevette no presentó cambios significativos, se destacaron las mejoras de las luces principales, de las defensas y de la parrilla, así como unos retoques en las correas de repartición y el encendido.