Esta es una de las dudas más comunes al llegar a la estación de servicio: ¿Vale la pena pagar ese costo extra por la gasolina de alto octanaje?

Muchos conductores creen firmemente que al cargar Premium, su auto tendrá una mejor respuesta, el motor estará más limpio y el combustible rendirá más kilómetros. Sin embargo, para la gran mayoría de los vehículos, esta es una inversión que no ofrece ningún beneficio real.

El mito del octanaje y la potencia

El error principal radica en creer que el octanaje es una medida de ''energía'' o ''potencia'' del combustible. En realidad, el octanaje es la capacidad de la gasolina para resistir la detonación prematura.


En motores de alta compresión (generalmente autos deportivos o con turbocargadores avanzados), se necesita una gasolina que aguante más presión antes de encenderse. Si usas gasolina regular en esos motores, pueden ocurrir pequeñas explosiones a destiempo que dañan el motor.

Pero, si tu auto es un modelo convencional diseñado para gasolina regular, su motor no tiene la compresión necesaria para aprovechar las propiedades de la Premium; simplemente la quemará igual que la normal, pero a un precio mucho mayor.

¿Cuándo es un gasto innecesario y cuándo es obligatoria?

Para saber qué gasolina poner, no hace falta experimentar: la respuesta está escrita en el manual de tu auto o en la tapa del depósito de combustible. Si el fabricante especifica "Gasolina Regular", ''Corriente'' u "87 octanos", ponerle Premium no hará que tu auto corra más rápido ni que el motor dure más. Los motores modernos están diseñados con sensores que ajustan el encendido para la gasolina especificada; usar un octanaje mayor es, literalmente, quemar dinero.


Solo existe un beneficio real si tu manual exige específicamente gasolina de alto octanaje (91 octanos o más). En esos casos, usar gasolina regular sí podría reducir el rendimiento y, a largo plazo, causar ruidos metálicos o daños internos en el motor. Pero si tu auto es un sedán, SUV o compacto de uso diario, la gasolina regular es exactamente lo que tu motor necesita para funcionar de manera óptima.

El veredicto: ¿Vale la pena pagar más?

La respuesta es no, a menos que tu motor sea de alto rendimiento o tenga un turbo que exija protección contra la detonación. La idea de que la gasolina Premium "limpia el motor" también ha quedado atrás, ya que hoy en día casi todas las gasolinas de buena calidad incluyen aditivos detergentes suficientes para mantener los inyectores en buen estado.

En conclusión: si tu manual dice regular, quédate con la regular. Ese ahorro mensual en la gasolinera será mucho más beneficioso para tu bolsillo que el beneficio "imaginario" de un octanaje que tu motor no puede utilizar.