Este elemento de protección es considerado como el sistema de seguridad pasiva más efectivo en un vehículo, siendo su instalación y utilización obligatorios en casi todo el mundo. El manejo inicial del cinturón de seguridad se remonta a la década de los treinta cuando se empezó a usar en la industria aeronáutica, desde la que unos años más tarde, en 1948, se empezó a replicar su empleo en automóviles.

Según la Organización Mundial de la Salud, este es uno de los sistemas preventivos que más ha salvado vidas en el sector automotor. Su función es básicamente la de mantener el cuerpo en la zona del carro que ofrece la mayor protección y frenar el desplazamiento de la persona en caso de algún impacto frontal o lateral; para esto, el cinturón de seguridad debe estar correctamente puesto y ajustado.


A continuación, le indicaremos unas pautas sencillas para que lo posicione debidamente y logre salir bien librado en caso de frenadas bruscas o choques.

El cinturón de seguridad actual está hecho para que ayude distribuya la fuerza del impacto entre dos áreas del cuerpo, por lo que se hace completamente necesario que ambas partes de la correa se pongan una en la pelvis - crestas iliacas a la altura de la cintura- y otra apoyada en el esternón, lo más cerca del cuello sin tocarlo.

Se recomienda, por seguridad, ajustar la silla lo más baja posible, ya que esto facilita que el conductor fije su vista adelante en la vía y no en la trompa del carro; esto, además de permitir adelantarse a las formas y situaciones del camino, hace que la cabeza esté alejada del techo e incluso de los marcos superiores de las ventanillas, los cuales podrían golpear al ocupante en caso de ser movido fuertemente. El espaldar debe estar lo más recto posible, con el fin de frenar adecuadamente el cuerpo de la persona, pues si se pone el respaldo inclinado puede ocurrir el denominado efecto 'submarino' (la persona se desliza en la silla por debajo del cinturón) y su protección no es óptima y, al contrario, la correa puede causar daños.

Por eso, la parte menor de la cinta tiene que estar en la parte superior de los muslos y nunca en la región abdominal, mientras que la parte mayor debe cruzar el pecho. No olvide que la parte superior debe quedar sobre el hombro lo más cercana al cuello, pero sin tocarlo (la mayoría de los carros tienen la opción de ajuste vertical de esta parte en el paral del carro, úselo para graduar la altura correcta).


Recuerde que entre más lejos se esté del tablero de instrumentos, estará más seguro en caso de una colisión. Aquí es importante tener en cuenta que los brazos y las piernas deben quedar ligeramente flexionadao para evitar lesiones. La flexión de las piernas se verifica con el pedal del freno a fondo, posición en la que debe haber la holgura.

Verifique que, al ponerlo, el cinturón quede bien asegurado; se debe oír siempre el 'clic' característico de cierre. Revise que la correa no quede torcida sino completamente lisa, ya que al estar doblada o con pliegues se reduce su área de contacto con la persona y no la resguardará adecuadamente y podrá lastimarla. Por último, antes de arrancar, tense el cinturón para que quede lo más ajustado a usted, sin que quede demasiado apretado.