En al autódromo José Carlos Pace, llega la F1 a su última parada. En 2004 fue la antepenúltima, pero allí Alonso, de una forma inteligente pero magistral obtuvo su primer título mundial. Digo inteligente pues no le dio lucha a Montoya cuando le arrebató su posición de líder. Estaba cuidando al máximo su coche para conseguir su objetivo.
Para este año, Alonso llega en las mejores condiciones, casi con el título asegurado pero matemáticamente shumi tiene la opción y no se sabe lo que pueda pasar.
Alonso necesita hacer una buena clasificación, pues los incidentes en la S de Senna han sido de casi todas las ediciones. Si su coche tiene el performance de todo el 2006, lo más seguro es un segundo o tercero, si no es la victoria. Pero todo esto son especulaciones y sólo veremos lo que realmente pasará cuando alrededor de las 15:40 se baje la bandera a cuadros para la carrera y para la magnífica temporada 2006.
El autódromo José Carlos Pacé, situado en el sector de Interlagos en Sao Paulo, es un sitio bastante mágico a mi parecer. Está rodeado por un sector poco residencial, más bien de talleres y no de muy buen aspecto. Sin ofender a Tony, podría decir que es similar a los alrededores de la Bombonera, pues poco te imaginas que en dicho sector quede tamaño templo, del fútbol para los porteños y del automovilismo para los paulistas.
El ambiente es bastante particular por los días de la carrera, pues San Pablo es más una capital de negocios y financiera que un sitio turístico, la avenida Paulista es una de sus principales vías. Allí se puede ver lo agitado de esta ciudad con aire a Manhattan. Digo agitado pues hay más de 4.500.000 automóviles y su población está por el orden de los 17.000.000 de habitantes. Es la tercera gran ciudad del mundo después de Tokio y Ciudad de Mexico.
El autódromo es grande y ante la vista no se aprecian sus baches, aunque los pilotos los resienten bastante. La mayor parte de tribunas que se aprecian son construidas sólo para el gran premio. Por esto son llenas de tubos y parecen jaulas, sobre todo la cubierta del final de la recta o sector M donde se dificulta bastante la toma de fotos. Sin embargo, es allí donde se pueden apreciar los bólidos a más de 300 Kph. Si uno queda muy pegado a la pista es casi imperceptible el auto.
El clima, al igual que en toda suramérica es una lotería. Por lo general llueve torencialmente. El año pasado llovió en la noche previa a la carrera. Durante el día se fue secando la pista pero en el centro de San Pablo cayó un fuerte aguacero. En el autódromo se sienten fuertes ventarrones y hace un poco de frío en algunos momentos del día. La humedad es alta y lo sientes en tu ropa.
La antesala a la carrera es muy emocionante, pues se corren dos categorías: una de bólidos F3 donde se ven duelos emocionantes y el trofeo Masseratti donde se puede apreciar el potencial de estos autos stock. Ya la carrera es punto y aparte!
En los alrededores el comercio no es muy grande. Se venden algunas cosas muy pintorescas como camisetas diseñadas por los locales y alusivas al "Grande Premio do Brasil". En la avenida José Carlos Pace se hacen los buses que llevan los miles de turistas sudamericanos aficionados a la F1, muchos Bolivianos y Ecuatorianos, también Colombianos y me imagino que este año no será la excepción.
Planes en Sao Paulo:
Visitar Ibirapuera, su parque central.
Ir al Zoológico.
Hacer una oración sobre la tumba de Ayrton Senna da Silva en el cementerio del barrio Morumbi, el más grande y ostentoso de la ciudad.
Recorrer la Avenida Paulista e ir a cenar a uno de sus muchos restaurantes.
Conocer los shopping, uno de los buenos es el de Higienópolis.
Ir a un rodizio, pues los hay no solo de carnes sino también de otras comidas.
Dar un paseo por el centro de la ciudad (eso sí tomando medidas de seguridad como no llevar objetos de valor expuestos).
