Por medio de este comunicado oficial, la marca SsangYong Motor Company confirma que tiene el respaldo del gobierno coreano, ya que es una marca emblemática del país asiático, por su antigüedad y trayectoria. Además, cuenta con un nuevo inversionista que impulsará la marca y este proceso de cambio. Tanto en Corea como en Colombia sus operaciones NO se verán afectadas por este proceso.


Actualmente la marca coreana se encuentra más fuerte que nunca y eso se evidencia en la ampliación y renovación de su portafolio de productos. Actualmente en Colombia, la marca coreana se encuentra en preventa del nuevo Korando y realizará su lanzamiento en el primer trimestre de 2021 y en el segundo trimestre se llevarán a cabo los lanzamientos de la nueva Rexton diesel, el nuevo Tivoli XLV y la nueva Rexton Sports de platón corto. Para finalizar, SsangYong tiene previsto el lanzamiento a nivel internacional, de su nueva camioneta eléctrica, en el año 2021.

Tras una reunión de la junta celebrada el pasado 21 de diciembre, SsangYong Motor Company decidió solicitar el procedimiento de rehabilitación que incluye la solicitud de una medida de protección a la propiedad de la empresa con una orden de prohibición general y un apoyo a la reestructuración autónoma (ARS).

SsangYong, que ha retrasado el pago de unos 60.000 millones de wons en préstamos e intereses debido a las condiciones comerciales generadas por el Covid-19, ha buscado extender la fecha de vencimiento con sus prestamistas y mientras llega a un acuerdo, decidió solicitar este procedimiento de rehabilitación para no interrumpir sus operaciones comerciales.


Sin embargo, la empresa tiene previsto resolver el problema de liquidez actual antes de que se inicie el procedimiento de rehabilitación mediante la solicitud de apoyo de reestructuración autónoma.

El apoyo a la reestructuración autónoma es un programa de apoyo a la reestructuración privada realizado con el tribunal, que retrasa el inicio de los procedimientos de rehabilitación hasta por tres meses mientras la empresa continúa sus intentos de reestructuración privada. Durante este período, la empresa continúa con sus actividades comerciales normales. Cuando la empresa y las partes interesadas lleguen al acuerdo final para la reestructuración, se retira la solicitud del procedimiento de rehabilitación y vuelve a su estado normal.