Carbo escribió: Sé que es una visión muy romántica pero los pilotos de antes estaban dispuestos a perder la vida por hacer algo con lo que disfrutaban.
UnoQueLee escribió:Pues coincidimos. Aunque más bien en la línea que apunta shumi nº1. Hubo una época en que la F1 era siniestra, y a eso no se puede volver ni de lejos. La pasión y valentía de algunos de aquellos pilotos míticos, en muchos casos o en su totalidad, yo la tacharía de inconsciencia. Correr con desprecio de la propia vida no es algo que pueda admirar o comprender, aunque de algún modo sí que me inspira un profundo respeto.
Una cosa es correr despreciando la propia vida, eso es temeridad e inconsciencia, y otra muy distinta asumir conscientemente un riesgo sabiendo que si sobrepasas el límite, te puede llevar a la muerte, y aún así buscar ese límite. Eso es valentía.
Lo malo de la Fórmula 1 actual es que los riesgos se van minimizando tanto que casi resulta más peligroso para los propios pilotos coger un turismo en una autovía concurrida que participar en una carrera.
Por supuesto que nadie quiere la muerte de un piloto, está bien que quiten obstáculos, que aumenten la seguridad del cockpit, pero es que el riesgo de su integridad física está llegando a niveles irrisorios. En los últimos años se han dado unos buenos leñazos, algunos escalofriantes... Kubica en Canadá, Kovalainen en Barcelona, Webber en Valencia y varios más. El único que recuerdo que supusiera, corregidme si no es así, la no participación en uno o varios eventos ha sido el de Massa en Hungría, pero precisamente ese accidente fue provocado por algo externo, algo fortuito, no como consecuencia de una conducción al límite o temeraria.
Eso, queramos o no, le quita valor a lo que hacen. No es lo mismo para un trapecista hacer un triple mortal con arneses y red que hacerlo sin nada. La dificultad técnica quizá sea la misma, pero el mérito es incomparable. Y además la impresión que me da es que los propios pilotos han perdido esa sensación de peligro, de peligro físico, me refiero. Y su actitud no transmite ni valor ni heroicidad ni nada, sólo su habilidad es digna de admiración. Si se salen de la pista normalmente no se hacen ni un rasguño, la preocupación se traslada a si el coche se ha dañado más o menos, y en los equipos pequeños, al coste que supone la reparación o sustitución de lo dañado. Acabamos por hacer un campeonato de habilidosos, no de valientes ni audaces, que también deberían tener cabida.
Y si para colmo si mencionamos que las salidas de pista, por mor de las escapatorias de asfalto y de tamaño de aeropuertos, casi no penalizan en la carrera, los motores congelados y que duren tres carreras, los neumáticos que duran más que los del carrefour, el ahorro de costes, las vueltas y vueltas tras el safety car... entonces nos quedamos a dos velas, seguimos disfrutando de la F1 porque sí, porque estamos hechos así, aunque no sé si durará toda la vida...
Atentamente, Bonetto