Airbus A380
El puzzle más grande de Europa
La ciudad francesa de Toulouse es el destino final de las gigantescas piezas que forman el rompecabezas más ambicioso en la historia de la aviación civil, un proyecto conjunto de Francia, Inglaterra, España y Alemania. Con su capacidad para 555 pasajeros, sus lujos y sus innovaciones técnicas, el Airbus A380 reinará en los cielos a partir de 2006.
Texto: Nathalie Pédestarres
Desde el pasado mes de abril, los habitantes del pequeño pueblo francés de L'Isle- Jourdain, situado a 30 kilómetros de Toulouse, asisten a un curioso ritual. Una vez al mes, el avión más grande del mundo pasa tranquilamente... por su calle principal. L'Isle-Jourdain se encuentra en medio del llamado Itinerario de Cargas Extraordinarias, es decir, la ruta expresamente diseñada para transportar las piezas de lo que será el modelo comercial con mayor capacidad de la historia de la aviación civil: el Airbus A380.
En un primer momento, este inesperado protagonismo no les hizo ninguna gracia a los lugareños, temerosos de que la nueva vía se convirtiera en una autopista para camiones. 1.500 árboles cortados, casas expropiadas y un gasto de 172 millones de euros (la mitad procedente de las arcas públicas francesas) para una carretera indeseada.
La información, que a veces llegaba distorsionada o incompleta, no hacía más que excitar unos temperamentos propensos a acalorarse. Los más furiosos se movilizaron en asociaciones que, apoyadas por ecologistas, libraron una guerra verbal despiadada contra los poderes públicos y los directivos de Airbus. Organizaron manifestaciones acompañadas de picnics multitudinarios, con salchichas asadas y buen vino, como manda la idiosincrasia local. Pero también supieron aprovechar la oportunidad democrática de expresar su disgusto y proponer alternativas. Y no les faltaban ideas originales, como la de transportar las piezas del avión con globos aerostáticos.
Enfrentados a un ambiente tan hostil, los directivos de Airbus aguardaban angustiosos el paso del primer convoy. Sin embargo, en vez de tomates y abucheos, recibieron una acogida digna de un jefe de Estado, con charanga, vivas y hasta fuegos artificiales. Al final, prevaleció la admiración por una empresa tan importante y el confuso sentimiento de orgullo por sentirse parte de ella, aunque sólo fuese porque las piezas iban a cruzar el pueblo.
Momento del transporte de las distintas partes del A380 hasta Toulouse, el último tramo es por carretera y parte de la localidad de Langon.
Construcciones Aeronáuticas S. A., con sede en Getafe (Madrid), fabrica una parte trasera del fuselaje. Desde entonces, el entusiasmo no ha decrecido. Tras el anuncio del segundo convoy, las aceras de l¿Isle- Jourdain volvieron a abarrotarse de curiosos. Cuando el desfile aeronáutico se adentró en la calle principal, ocupándolo todo hasta tapar el horizonte, la impresión fue tan fuerte que se hizo un extraño silencio. Mientras la peluquera temía por el nuevo letrero de su establecimiento, a punto de ser arrancado por un ala gigante, un anciano incrédulo exclamó: "¡eso nunca podrá volar!"
Pero sí volará, a pesar de sus 560 toneladas de peso y sus dos plantas, en las que caben hasta 555 asientos. Incluso superará a cualquier otro avión de largo alcance: su radio de acción máximo de 15.000 kilómetros le permitirá viajar sin escala hasta 18 horas seguidas. Además, remediará uno de los mayores quebraderos de cabeza del sector aéreo: la congestión del tráfico. Algunos grandes aeropuertos intercontinentales, como Heathrow (Londres), por los que transitan unos 60 millones de pasajeros al año, están al borde de la saturación. Con su enorme capacidad, el A380 les ayudará a reducir el número de aparatos que aterrizan y despegan cada día.
Escuchando a Elena Zapata Ferrer, del Departamento de Marketing de Airbus France, parece que el avión dará respuesta a todo:
-Ningún aspecto ha sido descuidado, ni siquiera el medioambiental: los motores han sido concebidos para minimizar el ruido (produce la mitad que sus competidores) y las emisiones de gases contaminantes (sobre todo, durante el despegue y aterrizaje), ya que se trata del único avión de largo alcance que gastará menos de tres litros de carburante por pasajero cada cien kilómetros, comparable al consumo medio de un coche.
El entusiasmo es compartido por Gustavo García- Miranda, director de Marketing Clientela del A380 para España y América Latina, que opina:
-La entrada en el mercado del Boeing 747 fue más revolucionaria en su tiempo que la del A380 ahora. Sin embargo, en muchos aspectos, el nuevo Airbus supone una innovación espectacular.
Aparte del propio concepto del avión y las técnicas de fabricación, el modo de desarrollo se puede considerar pionero. Porque decir que la construcción del A380 se ha convertido en un símbolo europeo no es otro de esos lugares comunes tan al gusto de la retórica política. Se trata realmente de una obra a escala continental, repartida entre los 16 talleres de fabricación que Airbus tiene en los cuatro países que forman el consorcio: Alemania, España, Francia y Gran Bretaña.
-Ninguna ciudad en Europa tendría suficiente espacio y recursos humanos para encargarse sola de un proyecto de tal envergadura -explica Julien Puyou, que trabaja en la unidad de ensamblaje del A380.
Sobre estas líneas, cabina del piloto. Por tanto, hay que ver Europa como una gigantesca fábrica transfronteriza, con todas las dificultades que esto supone en materia de logística; especialmente para el transporte de las piezas.
Más del 90 por ciento del recorrido pasa por vías marítimas y fluviales. Las partes fabricadas en Broughton (Inglaterra), Hamburgo (Alemania), Saint Nazaire (Francia) y Cádiz (España) llegan por mar al pueblo costero de Pauillac, situado a unos 50 kilómetros de Burdeos, a bordo de un carguero diseñado especialmente para el A380. Desde allí, las piezas son trasladadas con sumo cuidado a barcazas que remontan el río Garona hasta el puerto de Langon, a unos 95 kilómetros de distancia. Durante el trayecto fluvial se topan con el primer obstáculo: el Puente de Piedra de Burdeos, levantado en época de Napoleón. A primera vista, sus arcos parecen demasiado bajos para dejarle paso al convoy, pero las barcazas tienen la capacidad de "hundirse" un poco, con su precioso cargamento a salvo, para deslizarse por debajo.
A su paso por el Garona.
El recorrido continúa por carretera, 240 kilómetros entre Langon y Toulouse. Durante tres noches, seis camiones especiales, escoltados por 18 motos y dos furgones de la gendarmería francesa, viajan a una velocidad media de quince kilómetros por hora. En total, el transporte de las piezas desde los distintos lugares de producción dura tres semanas.
La unidad 40 de ensamblaje en Toulouse es única en Europa, tanto por sus dimensiones (490 metros de largo, 250 metros de ancho y 46 de alto) como por su equipo tecnológico. Se necesitaron más de 32.000 toneladas de acero y unos 250.000 metros cúbicos de hormigón para construirla. 130 técnicos son movilizados para cada montaje, en dos turnos que suman unas 17 horas de trabajo. Visto desde la pasarela superior del edificio, el A380 parece un gran pajaro desmembrado y atendido por cientos de hormiguitas laboriosas... Los técnicos tardan ahora cinco semanas en montar un avión, pero Airbus quiere aumentar el ritmo de producción a cuatro aparatos al mes a partir de 2008.
Los pasajeros podrán disfrutar de todo tipo de lujos, como camas perfectamente equipadas.
De momento, los habitantes de L´Isle-Jourdain tienen el espectáculo callejero asegurado. Aunque si quieren disfrutar de un vuelo, tendrán que esperar hasta 2006, cuando el gigante empiece a surcar los cielos del mundo.
