La vida sigue

Querid@s compañer@s:
No todas los mensajes que publicamos en este sitio son agradables, pero al igual que alguno de vosotros anteriormente lo hizo, tengo la triste obligación de compartir con vosotros la pérdida de mi padre hace ahora una semana.
Una corta enfermedad se lo llevó en poco más de cuatro días. Afortunadamente las últimas horas fueron en un dulce sueño del que no despertó.
A mis 41 años uno presume de que los golpes que la vida le ha dado le han preparado para cualquier problema, pero os puedo garantizar que no hay nada que te prepare para algo así. Por fortuna tengo el consuelo, o mejor dicho alegría, de haber vivido con el muchos momentos intensos.
La tarde-noche anterior estuvimos hablando sobre el último GP de Hungría, comentando todo lo que ocurrió y hablando sobre los sueldos de los pilotos, ingenieros y mecánicos.
Compartir los sentimientos no es algo que se me de muy bien, y de hecho esto me está costando muchísimo, pero estoy seguro que la recompensa que obtengo por ello no podré pagarla jamás.
Y como digo en el título, la vida continua: hay una familia de la que cuidar, un trabajo con el que cumplir y unos amigos con los que disfrutar. La diferencia estará en que sólo le tendré conmigo en la memoria y en el corazón.
No todas los mensajes que publicamos en este sitio son agradables, pero al igual que alguno de vosotros anteriormente lo hizo, tengo la triste obligación de compartir con vosotros la pérdida de mi padre hace ahora una semana.
Una corta enfermedad se lo llevó en poco más de cuatro días. Afortunadamente las últimas horas fueron en un dulce sueño del que no despertó.
A mis 41 años uno presume de que los golpes que la vida le ha dado le han preparado para cualquier problema, pero os puedo garantizar que no hay nada que te prepare para algo así. Por fortuna tengo el consuelo, o mejor dicho alegría, de haber vivido con el muchos momentos intensos.
La tarde-noche anterior estuvimos hablando sobre el último GP de Hungría, comentando todo lo que ocurrió y hablando sobre los sueldos de los pilotos, ingenieros y mecánicos.
Compartir los sentimientos no es algo que se me de muy bien, y de hecho esto me está costando muchísimo, pero estoy seguro que la recompensa que obtengo por ello no podré pagarla jamás.
Y como digo en el título, la vida continua: hay una familia de la que cuidar, un trabajo con el que cumplir y unos amigos con los que disfrutar. La diferencia estará en que sólo le tendré conmigo en la memoria y en el corazón.