Fiat 500
Para ir a Maranello alquilé un Fiat 500, del que paso a explicar las principales características que observé.
El coche tiene unas líneas preciosas, al menos para mi gusto. Es un coche tan pequeño y redondo que se hace simpático para la vista. Entre sus más de 500 posibles configuraciones existe ésta, con la bandera de Italia en los lados. Además incorporaba techo solar panorámico, detalle que me pareció especialmente bonito.
La conducción es tremendamente suave y divertida y, además, al ser tan pequeño es imposible tener problemas en las maniobras de aparcamiento. Si ése fuera el caso, incluye un botón para hacer la dirección aún más fina, cosa que no debe ser usada jamás para conducir...
La versión que alquilé seguramente sería la menos potente, por lo que en este aspecto debo suspender el coche. La entrega de potencia era malísima, lenta, no reaccionaba al acelerar hasta pasado un intervalo de tiempo excesivo. En autopista, su máximo rozaría los 150 km/h. No pude forzarlo mucho debido a las condiciones climáticas, con una niebla que daba miedo, más aún circulando por las pésimas carreteras de este país. En cualquier caso, viendo lo increíblemente pequeño que es el capó (tranquilamente un tercio más que un coche normal) parece mentira que pueda ir rápido.
En cuanto a confort, para dos personas es ideal. Como en todos los coches de esta gama, al cabo de unas horas la espalda acaba hecha polvo. Si hay que llevar a más personas la cosa se complica, ya que el espacio detrás es muy reducido. Yo, que soy alto, si me sentaba detrás dejaba un dedo entre la cabeza y el techo. La posición de conducción es ajustable, aunque más alta de lo que cabría esperar. Aún así, es cómoda y transmite seguridad. Lejos de parecer un coche inestable, uno tiene sensación de estar en un automóvil robusto. Comodísima también la posición de la palanca del cambio, más elevada de lo habitual. Un gran acierto.
Uno de los inconvenientes, ayudado por el tiempo, fue la ventilación. Era realmente complicado evitar que el cristal delantero no se empañara sin morirse de frío. Muy incómodo circular así, sin duda.
Concluyendo, un coche precioso, confortable para dos personas, seguro, adecuado para grandes ciudades (en Roma tiene un éxito importante), pero con algunos defectos en cuanto a las prestaciones, las características básicas y el precio.
Saludos,
Schumi nº1