Carbo, siéntete libre de atizarme en la medida que desees, no merezco la exquisita educación con que me tratas
Pero cuando se habla de un campeón del mundo, y de un piloto que pelea las posiciones de cabeza, las posibilidades de que éste cuente con un material superior al resto son muy altas, y en el caso de Button, se cumple más allá incluso de lo esperado. Está más que hablado. Su campeonato todos sabemos que debió ser el de Barrichello y en verdadera justicia de Newey, pero Brawn mantuvo pasadas mañas con el brasileño —viejos vicios son difíciles de apartar—. Si no sois capaces de ver que en cuanto un coche se vuelve complicado, la pista delicada, o se requiere una maniobra excelsa al límite Button se difumina y marca tiempos de triatlón, entonces, perdonadme, será muy divertido pasarme por la cara
resultadismos del adonis, pero poco entendéis de qué va esto...
Pongo un ejemplo de análisis
resultadista —y de guardería— como los que os gusta hacer. Se pone a llover, todo parece indicar que lo seguirá haciendo, pero alguien se arriesga a aguantar en pista a ver si para. Sucede, e inmediatamente el analista tipo del que ensalza a Button comenta:
—Tremenda actuación de del piloto X que tan bien supo leer la carrera.
Porque "leer la carrera" les suena como muy profesional y de entendido, y claro, acertar la primitiva ¡resulta que es un gran mérito! ¡Santo Dios! ¿Pero qué me estáis contando?