Arte en la pista.
¿Puede una vuelta de reconocimiento ser espectacular?
Despues de ver la de hoy mi respuesta es si.
No me refiero a vueltas como la de San Marino donde Prost se salió en la Rivazza.
Me refiero a vueltas como la de hoy en Magny Cours.
La realización televisiva ya nos calentaba incluyendo un primer plano simultaneando las miradas de Michael y Fernando.
El pasado y presente contra el presente y futuro de la F1.
Se iniciaba una vuelta de reconocimiento en la que Fernando se demoraba mínimamente y un Michael impaciente soltaba el embrague sin esperar a su pareja de baile.
Fernando recuperaba rápidamente su merecida posición y la tensión aumentaba metro tras metro.
Los demás no existían, era un Gran Premio donde sólo había dos pilotos.
Fernando y Michael, Michael y Fernando.
Las ganas de comenzar el duelo permitía a los dos pilotos tomar una ligera ventaja con respecto al resto de invitados.
Se escapaban, era la vuelta de reconocimiento pero no les importaba, se escapaban del resto de los mortales en un baile en el que los protagonistas eran ellos .
Sabían que al final de esa vuelta había un control y que tendrían que detenerse para volver a empezar, pero no les importaba.
Fernando aceleraba y Michael que ya se había aprendido esos pases en un salón de Mónaco hacía lo propio sin pisar a Fernando.
El asturiano echaba de menos al alemán y cuando el reflejo rojo desaparecía de sus cristales se hacía querer y le esperaba unos metros más allá.
Planos subjetivos y aéreos nos hacían testigos de excepción de esa carrera no cronometrada.
Una carrera que no entrará en las estadísticas oficiales, pero si en la de mis buenos recuerdos de la F1.
Terminaba la vuelta de reconocimiento y la pareja entraba en el salon VIP.
Ante ellos la recta y el final de esa carrera no escrita.
Faltaba el último paso del baile, el número final, la guinda del pastel, el salto mortal, la traca final.
Fue entonces cuando Fernando y Michael pasaron de la tierra al cielo.
Se deslizaron por esa recta al compás de no sé bien que música celestial.
Bellos movimientos de derecha a izquierda se repitieron para el goce de los que amamos este deporte.
Fernando, Michael, Renault, Ferrari, gracias.
Hoy se me puso la carne de gallina y sólo era una vuelta de reconocimiento, pero Dios, menuda vuelta.
Ésto es Fórmula 1.