Enrique Gay, (Sir Henry)Permitidme que la atípica "mirada amable" de este mensaje se la dedique a alguien muy especial para mí, Sir Henry, (como a él le gustaba llamarse).
Sir Henry era y como a mí me gusta pensar sigue siendo mi padre aunque recientemente ha fallecido, y gracias a él pude disfrutar de muchos buenos momentos a lo largo de nuestra vida física en común.
Gracias a él pude asistir a mi primer Gran Premio en directo allá por los años 80, fue en Monza 83 con la victoria de Piquet, y tras aquella carrera le fui contagiando poco a poco mi pasión por la F1.
En años posteriores Sir Henry y mi madre se "sacrificarían" algunas veces más y enfocarían sus vacaciones anuales buscando destinos en los que "casualmente" se celebrase algún Gran Premio de F1 donde poder llevar a su hijo a disfrutar de lo que en aquel entonces todavía era una extraña pasión.
Los recuerdos formulaunísticos que tengo de mi padre son su predilección por el sonido de los motores Renault turbo, él decía que eran los que más fuerte sonaban y eso le gustaba, el circuito donde más se divirtió fue el de Estoril en aquella última carrera del 84 donde Lauda ganó su tercer título, sobre todo porque había un traslado directo hotel-circuito-hotel que le resultaba muy cómodo.
Ya más cercano en el tiempo he de ser sincero y reconocer que el circuito de casa nunca le gustó demasiado, fue a la primera carrera de Valencia y la poca emoción que hubo le quitó las ganas de volver más.
En los últimos días de su vida aún me preguntaba por el resultado en Hungría de Alonso, Schumacher, Hamilton, etc., él pensaba en mi afición mientras yo sólo podía pensar en lo delicado de su estado.
Gracias a Dios su incurable enfermedad se desarrolló tan rápidamente que apenas le dio tiempo a sufrir, tampoco se lo hubiese merecido y su paso a otra vida aunque parezca triste seguramente le llegó cuando todavía estaba en su casi total plenitud, algo que yo pienso que aunque pueda parecer contradictorio, es positivo.
Sir Henry era un hombre de 70 años pero muy activo, de hecho era mi compañero de dobles en un torneo veraniego hasta el año pasado y todo lo que hubiese sido ir a menos con el transcurrir de los años no creo que le hubiese gustado demasiado, también era algo presumido.
De ese último torneo de tenis por equipos me queda el grato recuerdo de haber ganado nuestros seis partidos y también aquel set mágico en la pista central que finalmente remontamos cuando lo íbamos perdiendo por cinco juegos a cero, probablemente aquel fue nuestro mejor partido juntos.
Desde aquellos primeros años de introducción a nuestro deporte del motor hasta estos últimos ha habido muchas cosas buenas en el camino y siempre le estaré agradecido, fue y es el mejor padre que jamás hubiese podido soñar.
Te quiero Sir Henry, te quiero Papá.
Pd. Gracias a F1Latam por darme este espacio donde poder expresar públicamente el recuerdo y los sentimientos hacia mi padre.