Positivo +
Jenson Button.
La sexta victoria de Button confirma definitivamente al británico como claro favorito al título, Turquía no fue el escenario de ninguna remontada por parte de sus rivales e incluso la retirada de Barrichello supuso un paso más de cara a la consolidación de su liderato. Button recoge así el afortunado testigo marcado con el número 22, dorsal algo extraño para un campeón pero que el año pasado ya le dio el título a su compatriota Hamilton.
La carrera de Button tuvo el mismo guión que las anteriores, buena calificación en parrilla superando a su compañero que iba más ligero y a partir de ahí aprovechar al máximo las bondades del Brawn sin cometer errores que comprometieran el resultado. Una vez más la receta Button salió perfecta.
Mark Webber.
Teniendo en cuenta que Button parece inalcanzable el primero del resto fue Webber. Su diferente estrategia a dos paradas le sirvió en bandeja el segundo puesto en el podio en una carrera en donde su mayor rival fue su compañero Vettel. Lo más positivo de su resultado fueron los 8 puntos sumados y una buena tendencia a la ansiada fiabilidad que en anteriores temporadas no estuvo de su lado. La carrera de Webber tuvo el mérito de otras que ya le hemos visto anteriormente, no es fácil pelear contra enemigos invisibles y Mark se adaptó bien al incómodo reto.
Mercedes.
El fabricante de motores alemán con sede en Inglaterra superó a la mítica Honda de Williams, Lotus y McLaren al conseguir su 73ª victoria como motorista en F1. Mercedes tiene su punta de lanza en McLaren pero aún así el suministro a Brawn está siendo de primer nivel como así lo demuestran los brillantes resultados de esta temporada. Sirva este positivo a Mercedes como reconocimiento al trabajo de los motoristas en general, un departamento a menudo olvidado y sin clasificación propia pero fundamental en la fabricación y prestaciones de todo monoplaza de F1.
Negativo -
Rubens Barrichello.
Ayer salía un nuevo tren desde Estambul con destino a la Gloria y Rubens volvió a perderlo, y van siete.
Barrichello compró el sábado un billete en primera clase, sin embargo fue llegar el domingo y de nuevo el revisor le hizo bajar del vagón a las primeras de cambio. El bueno de Rubinho se había dejado el billete en la habitación del hotel, justo en la mesita de noche, al lado de la vergüenza que también le faltó en esta ocasión.
De vuelta a la estación y tras una acalorada carrera por entre las vías Barrichello logró subirse de nuevo al tren, al último vagón, al vagón de los desfavorecidos, a ese vagón en en el que nadie quiere estar y en donde no se reparten refrigerios ni puntos para la tómbola.
Pero la aventura debía seguir y había que intentar volver al vagón de lujo, costase lo que costase, abriéndose camino a empujones y pisoteando a los pobres desgraciados que impedían el retorno a su privilegiado lugar. Y así fue, así transcurrió su peregrinar por el tren hasta que de nuevo se topó con el revisor de turno. Con muy buenas maneras aquél le dijo, "¡Sr. Barrichello, otra vez por aquí! Le recuerdo que para entrar en ese vagón no basta con poseer un billete, además tiene que ir vestido para la ocasión", a lo que Rubens respondió, "De acuerdo Sr. revisor, quizás sea mejor que me quede donde estoy, probablemente ya sea hora de aceptar de donde vengo y quien soy".
Joer Rubens, que a principio de temporada te dimos una oportunidad y no estás defraudando carrera tras carrera. Menos hablar y más ganar, si es que tu presunta censurada habilidad te lo permite.
Sebastian Vettel.
Otro que perdió el tren. Lamentablemente el pequeño error de Vettel quizás lo pagó demasiado caro, pero así están las cosas en este campeonato, no hay margen de error frente a Button y el tercer puesto en el podio de nada sirve para recortar puntos. La esperanzadora pole quedó reducida a cenizas en la primera vuelta, a partir de ahí poco más se pudo hacer gracias a una estrategia discutible y el tercer puesto cabe considerarlo como un mal menor dentro de lo que pudo haber sido un gran día para la eterna promesa alemana.
McLaren.
Sin puntos y sin opciones de puntuar, así de penosa fue la actuación de McLaren en Turquía.