Positivo +
Sebastian Vettel.
Victoria trabajada y merecida de Vettel en una carrera donde la ausencia de los favoritos en las primeras posiciones de la parrilla fue determinante para lograr la gesta de dar el primer triunfo a la modesta Scuderia Toro Rosso.
Sus principales rivales a priori podían ser su inexperiencia, las condiciones de la pista y la esperanza plateada asumida por Kovalainen. El segundo piloto de McLaren quizás pensó que Hamilton lideraba la carrera y se limitó a no meterse en problemas y asegurar una segunda plaza que más tarde le quedó ridícula al descubrir en el podio a Vettel por encima de él, su cara era un poema.
Sin enemigos en la pista, Sebastian se dominó a sí mismo y a los elementos y selló una actuación histórica, atrás quedaba un inicio de temporada accidentado y el calificativo de promesa.
Lewis Hamilton.
La diferencia entre Hamilton y la mayoría de pilotos es que aunque salga el último se sabe que en pocas vueltas estará en zona de puntos, sus incondicionales deben disfrutar de sus actuaciones como nadie.
Las remontadas de Lewis no sólo significan que el inglés disfruta de un coche puntero, son actuaciones cargadas de ambición, calidad, riesgo e inconformismo.
Fernando Alonso.
Fernando volvió a obtener un resultado notable a pesar de contar con un material de tercera fila. El bicampeón ya ha aprendido a pilotar para no ganar y los resultados empiezan a llegar carrera tras carrera.
No olvidemos que en los últimos años las peleas eran siempre por la victoria, los errores cometidos por querer luchar por imposibles se han ido subsanando y su actuación en Monza fue muy meritoria teniendo en cuenta el pelotón que buscaba su rebufo.
Negativo -
Ferrari.
Gran Premio para olvidar. La Scuderia sólo brilla en días soleados y con el viento a favor, en cuanto hay que remar para salir de las dificultades el equipo se vuelve mediocre y falto de ideas.
Una dirección poco imaginativa unida a unos pilotos con escasos recursos volvieron a ser la nota predominante de un Gran Premio en el que ni Massa ni Raikkonen justificaron su precipitada renovación.
Mientras tanto, McLaren sube enteros en su cerrada lucha por la primacía en F1.
Honda.
Dificilmente un equipo pasa más desapercibido que Honda en cualquier Gran Premio, aunque al menos sirven para que haya 20 coches en pista. Incluso un equipo inferior como Force India suele tener más protagonismo durante las carreras, a los Honda es que lamentablemente ni se les ve, ni para bien ni para mal.
Monza-FIA.
Chicanes mal diseñadas y/o comisarios excesivamente permisivos hacen de Monza una pista demasiado anárquica y en donde los errores sólo producen ventajas al que los comete.
Monoplazas rodando vuelta tras vuelta por fuera de los límites de la pista convierten este mítico escenario en el Templo de la Trampa.
Las salidas de boxes son simples líneas y se respetan como si fuesen muros, no entiendo ni me gusta que se trazen las chicanes continuamente con las 4 ruedas por fuera de la pista y no haya penalizaciones.
El problema es que al final no hay quien entienda el reglamento, ni en definitiva, las carreras.