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¿Pilotos de F1 sin personalidad?
mié sep 22 21:27
Gerard López, responsable del equipo Renault, abría estos días el melón de la accesibilidad, de la cercanía de los pilotos de Fórmula 1 hacia el gran público. "Es muy fácil criticar, pero nosotros animamos a nuestros pilotos a que anden sin guardias, a un kilómetro de los coches. ¿Porqué? Porque pensamos que es algo bueno, y nadie va a matarles ni a robarles. Como mucho, les van a tocar. No es el fin del mundo, ¿no?. Ser sobreprotector de los pilotos es una especie de primera muestra de que no estás cerca de los aficionados"
López, como Briatore en su día, es un recién llegado a la Fórmula 1 y repleto de nuevas ideas. Gran emprendedor, triunfador empresarial, su perspectiva está muy ligada a las nuevas tecnologías y al valor de las redes sociales de Internet. Si una de las críticas actuales hacia la Fórmula 1 se refiere al perfil plano de los pilotos hacia los medios de comunicación, a su lejanía de los aficionados, López intenta responder a ellas con buena intención, pero con un alcance reducido. Y quizás acabe rindiéndose a una realidad que otros, Briatore incluido, tuvieron que asumir en su día.
"Les encanta firmar autógrafos durante una hora", dice López de Petrov y Kubica. Seguro, pero estos se mueven normalmente en un espacio reducido, ("200 veces 50 metros" según López) como si fuera un fortín en medio de territorio comanche. El paddock de la Fórmula 1 tiene un acceso extraordinariamente restringido para los aficionados, lo que hasta cierto punto es lógico. Pero considerando que la Fórmula 1 es un negocio global, con una audiencia fundamentalmente televisiva, poco puede contribuir a cambiar la percepción que se tiene de ellos el firmar unos cuantos autógrafos más de menos en el paddock, o en las inmediaciones de un circuito. Porque el problema es otro.
Estos últimos días tuvimos la oportunidad de charlar con Martin Donnelly, el piloto norilandés que sufrió un brutal accidente en Jerez, en 1990. Su monoplaza se partió, y en lo mejor de su carrera, Donnelly tuvo que decir adiós. Se recuperó de sus heridas, pero no volvió a la Fórmula 1. Ha seguido involucrado al automovilismo, y ahora intenta llevar al español Ramón Piñeiro a la Fórmula 1. Le preguntamos a Donnelly qué diferencia veía él entre los pilotos de su generación, (entre los que se encontraban pesos pesados como Piquet, Mansell, Senna, Prost, por ejemplo) y los actuales. Donelly lo tiene muy claro.
"El mayor problema de los pilotos actuales es que no pueden ser ellos mismos. La Fórmula 1 es muy buena en lo que se refiere a comunicación y relaciones públicas, y se presta una atención desmesurada a esto", explica Donnelly. "Cuando firman un contrato con un piloto, le ponen delante unas cláusulas según las cuales les indican lo que tienen y pueden decir, y lo que no. Cuando llegan por la mañana al circuito, tienen un papel con aquello sobre lo que pueden hablar, y sobre lo que no pueden. Así es imposible que salga su verdadera personalidad".
"Por ejemplo, Raikkonen, Coulthard y Button... cuando estás con ellos, son personas totalmente diferentes a las que los aficionados ven. No pueden expresarse como son. Si les escucharan lo que dicen, el vodka que beben, o como van detrás de las mujeres...Pero cuando están en el circuito, son personas totalmente diferentes. Y este es el problema de la Fórmula 1 actual".
Además, Internet no ha venido a mejorar las cosas. Ron Dennis se quejaba de que este es un medio que deja indefenso, porque un rumor, una noticia o una declaración corre como la pólvora. Con un daño enorme si la noticia es falsa. Por ello, los equipos de Fórmula 1 han acentuado en estos últimos tiempos, más si cabe, el control de la información que surge desde su seno. La escena de un piloto entrevistado en el "corralito" de la Fórmula 1, o en un mano a mano personal con un periodista, suele venir acompañado de otra grabadora y de un miembro del departamento de comunicación de los equipos junto a él. Si el piloto se sale del guión establecido, tendrá problemas.
¿Tiene remedio la despersonalización de la Fórmula 1 en el aspecto humano? Posiblemente, no, debido a los grandes intereses comerciales que tanto condicionan el comportamiento espontáneo de sus protagonistas, cuya presencia televisiva, para más inri, se reduce casi en exclusiva a aquellos canales que cuentan con los derechos en exclusiva.
Es evidente que el éxito económico de este deporte, indudable en estos últimos veinte años, ha llegado a costa de un peaje inevitable para los pilotos: como decía Donnelly, no ser uno mismo. Así es difícil llegar a los aficionados. Por mucho que se harten de firmar autógrafos. ¿Vosotros, qué pensáis?
Javier Rubio