Un caso de fuerza de voluntad similar al de Zanardi y que se comentaba en el topic de curiosidades fue el de Didier Pironi, subcampeón del 82 con Ferrari pese a su gravísimo accidente de Hockenheim y que le privó de participar en las 5 últimas carreras del mundial.
No se le llegaron a amputar las piernas si bien éstas quedaron destrozadas, al menos sufrió 17 operaciones en los primeros 50 días desde su accidente. Hay imágenes que realmente testifican el estado en el que quedaron sus piernas y nos dan una idea de lo que tuvo que esforzarse para volver a por lo menos probar de nuevo un F1.
Así relataba Pironi su accidente a las pocas semanas.
(Autosprint nº40/82).
"Llovía fuerte y yo estaba probando los nuevos neumáticos de lluvia que parecía que funcionaban muy bien. Estaba finalizando las pruebas y tenía delante a Daly pero no quería adelantarlo porque me pareció que estaba haciendo una vuelta rápida. Antes de la frenada a derechas de la entrada del estadio, cuando iba a ponerse en la trayectoria idónea a la izquierda, Derek se fue a la derecha. Tuve el tiempo justo para pensar que me quería dejar pasar y de repente me encontré delante el alerón trasero de Prost. La diferencia de velocidad entre Alain y yo era como si él estuviese parado. Naturalmente ya era tarde para hacer cualquier cosa, en ese momento iba a 280 kms/h. El impacto no fue violento. Simplemente toqué su rueda y despegué como un avión, el coche se fue hacia el cielo, veía como los árboles se me venían encima y de repente de vuelta en tierra. Estaba perfectamente consciente y recuerdo haberme dicho, se acabó. Cerré los ojos cuando el coche caía y los volví a abrir cuando se detuvo. Pero sólo veía oscuridad y apenas podía ver las asistencias. Sólo tras un cuarto de hora me di cuenta de lo negro que tenía todo delante de mí. No me podía mover, todavía estaba sujeto a mi asiento y comprobé que delante de mí no quedaba nada del coche.
Sobre mi pierna derecha sobresalía un hueso varios centímetros aunque no sentía ningún dolor. En ese momento llegaron las primeras asistencias. Recuerdo haber visto la cara de Piquet pero no hablé con él, después reconocí al doctor Watkins, el medico de la FISA. Escuché un doctor que decía, “hay que cortarle la pierna para sacarlo de aquí”. Esta frase me hizo reaccionar y dije, “no hay problema, hazlo”. Creo que estas palabras y el ver que estaba consciente convencieron a las asistencias para esperar la forma de sacarme de los restos del coche sin tener que cortarme la pierna derecha. Después de media hora finalmente me sacaron en camilla hasta el helicóptero, un Bell Jet Ranger (nótese la sangre fría de Didier que en esas condiciones tuvo tiempo de reconocer el tipo de aparato en el que era transportado, n.d.r.). Fue en ese momento cuando sentí los primeros dolores. Pasaron varios minutos hasta que me introdujeron en el helicóptero, en ese momento mi pierna chocó con la puerta y grité de dolor. Después el hospital, la sala de operaciones. En Heidelberg sufrí varias operaciones, la primera de siete u ocho horas, el profesor Michkowsky ha hecho un trabajo fantástico para restablecer la circulación en la pierna y el pie derecho.
El peor momento ha sido la semana posterior a esta operación. Con las fracturas abiertas estaba a merced de una posible infección y ello habría significado la amputación de la pierna. Me aislaron en una habitación aséptica y allí pase unos días terribles. He estado en Alemania trece días hasta que me trasladaron a Paris donde dos días después me han operado de los brazos. En Alemania no han querido asumir este riesgo dado mi estado y simplemente lo enyesaron a la espera de poder abrirlo sin peligro de infección.
La mañana de la operación se ha descubierto que también el brazo derecho estaba en malas condiciones, entre el derecho y el izquierdo tenía tantas fracturas que me han tenido que poner 20 clavos. En la pierna izquierda tengo 53 mientras que en la derecha todavía no tengo ninguno. Esta semana me harán un injerto y después me pondrán más clavos. En total tendré más de 100 repartidos por las cuatro extremidades.
La operación en los brazos ha ido bien aunque no estaba suficientemente anestesiado. Tras varios minutos me he despertado y he escuchado como el profesor daba órdenes. “Tira de ese músculo, tira más fuerte.” No sentía dolor pero oía las palabras y estaba asustado, he intentado decir algo, decir que escuchaba todo, que era consciente. Por suerte se dieron cuenta y uno de ellos dijo, “no duerme, aumentar la anestesia”. Me dieron otra dosis y al final me dormí. Cuando me desperté le comenté este hecho al profesor, se enfadó mucho con los anestesistas. Desde entonces he sufrido varias operaciones más y siempre me han anestesiado bien. Creo que desde el accidente me han anestesiado unas veinte veces hasta ahora”.
Pironi continua su relato comentando sus ganas de recuperarse y de volver a llevar una vida normal, algo que a veces sólo se valora después de padecer un percance así.
Enzo Ferrari le llamaba dos veces por semana y le dijo que en Fiorano le esperaba un Ferrari. Aunque Didier pudo volver a subirse en un AGS y en un Ligier de F1 unos años más tarde, nunca más volvió a competir en F1.
![Imagen](http://img287.imageshack.us/img287/415/hj2tw.jpg)