Experiencia de un marginado en Montmeló. Resumen:
Mi principal preocupación durante los dos días, fue perfilar el plan de salida para el domingo tras la carrera, aspecto crucial si no quieres irte con mal sabor de boca. Y me salió bien ya que a las 4,10 estaba en plena autopista. Un éxito que me asigno.
Fui con mi hijo, para quien era su bautismo de fuego, a la tribuna que voy casi siempre cuando en un acto de debilidad decido ir a Montmeló, la F de final de recta. Uno ya tiene sus añitos como para poner el culo en peluose. Además de este modo, llegaba al circuito sobre las 8,30 y me daba una vuelta viendo la marabunta. Calor soportable, que peores infiernos o glaciaciones hemos pasado en Montmeló.
La masa azul, a lo suyo. Pero con los reductos rojos, al menos en mi caso, no se metieron para nada. Es mas, uno me dio un trago de sidra, o algo calentorro que en su momento fue sidra.
Las dos jornadas, bien organizadas, salvo esa poca información y promoción acerca de la carrera de TGPF1 de cuya existencia me enteré de víspera. Y es una pena, pues son carreras y monoplazas preciosos. La GP2, me gusta; se ven cositas. Porsche Cup, pasable.
El GP. A pesar de llevar décadas (suena fuerte, pero es así…) yendo a circuitos y viendo correr a Ferrari, sigo experimentando como un escalofrío cuando los veo aparecer por primera vez en pista o en el momento la arrancada. Por esa sensación, merece la pena aguantar la penuria que sea. Incluida en este caso la marea azul o al vociferante casposo por la megafonía.
Mi hijo, hoy lunes creo que no aprobará el examen de gramática que ha tenido: aún esta bajo schock.
He dicho “resumen”. Así que corto.
Saludos, Bandini.
P.S.: Riqui: ¿el MP4/21? ¡ah! ...¿pero corría?
![Razz :P](./images/smilies/icon_razz.gif)