Tony Stewart se corona campeón de la Copa Sprint 2011En uno de los duelos más interesantes vistos en la historia de NASCAR, Carl Edwards (99) y Tony Stewart (14) ofrecieron en Homestead, Miami una lección de competitividad y espectáculo a muchas categorías del automovilismo mundial donde se coronan campeones anticipados y las carreras parecen más un libreto que algo abierto para los espectadores y fanáticos. Con apenas un segundo de diferencia y empatados en los puntos, ambos pilotos de la Copa Sprint, lucharon hasta el último metro de la pista para definir el campeonato 2011 de la máxima categoría stock norteamericana. Ambos contendores habían quedado desde un par de carreras pasadas como los únicos opcionados a llevarse la gloria de este campeonato tan competido y abierto. En su camino dejaron a muchos rivales de primerísimo nivel como Jimmie Johnson (48), quien se quedó con la ilusión de ganarse su sexta Copa, Jeff Gordon (24) quien no supo capitalizar la última parte de la temporada a su favor, Matt Kenseth (17) y Brad Keselowsky (2) quienes a pesar de mostrar mucho material, finalmente los resultados no les favorecieron.
Homestead, fecha final de la categoría desde hace 8 años, trajo el suspenso de la lluvia, como ha ocurrido más de una vez este año, sin embargo, las condiciones climáticas pronosticadas y una suspensión de carrera por más de una hora, no dejaron la definición de la temporada para correrse el día lunes, situación que ninguno de los millones de seguidores de la categoría lo habría deseado. La espera aunque tediosa dio sus frutos para ofrecer la mejor carrera de la temporada y quizás de las páginas de la historia de NASCAR. Minuto a minuto, vuelta tras vuelta las posiciones de Edwards y Stewart se intercambiaban en le cuadro clasificador dada la corta diferencia de tres puntos con que se había llegado a esta última del año. Las cosas para Tony como dueño de equipo al principio parecieron jugar en su contra, tras una salida desde una retrasada posición 15 en la grilla, frente a la pole lograda por Carl, se vislumbraba lo difícil que iba a ser para el dueño y piloto del auto 14 la tarde-noche de Miami.
Tras la salida Edwards se fue consolidando en la punta y Stewart sufría un impase que no habría querido ver precisamente en la carrera más decisiva de la temporada, su rejilla del radiador se vió afectada y tuvo que entrar a la obligatoria reparación para seguir en competencia. Esto lo hizo caer hasta el puesto 38 en el clasificador, pero su constancia lo llevó a mostrar que tenía el auto ganador y vuelta tras vuelta entraba con más rapidez a la curva tres, como ningún piloto lo hacía hasta el momento. Ya para la mitad de la competencia se perfilaba como digno candidato a comandar la competencia, pese a que Edwards lideraba el mayor número de los 267 giros pactados. Stewart hacía en pista maniobras dignas de un piloto de su altura, las rearrancadas eran una sinfonía de buen manejo con llantas frías, sobrepasando autos, pues sus mecánicos estuvieron un tanto flojos en la asistencia en comparación con los del auto 99. Pero las cosas se perfilaban a su favor y tras una última entrada a pits, luego de aplicar una buena estrategia de ahorro de combustible como bien lo sabe hacer Tony que le permitió quedar en una ventana distinta a la de Edwards, se hizo a cuatro llantas nuevas y la nafta suficiente para estar al límite del número de vueltas. Enseguida la lluvia regresó y Carl hizo su última parada bajo bandera amarilla, cambiando solo dos de sus gomas y agregando menos combustible que su rival. Conforme a su jefe de equipo Bob Osborne, el consumo de su motor Ford lo dejaría corto de nafta hacia el final, pero la extensa neutralización hasta que se secó la pista lo dejó sin este afán y en posición de imponerse sobre Stewart.
La última rearrancada en carrera dejó a los dos rivales en una situación de competencia abierta. Tony demostró lo que tenía y sus cuatro cauchos frescos lo llevaron a la punta rápidamente. Edwards estaba segundo, a 1 segundo y fracción de diferencia, Stewart comenzó a lidiar con el tráfico y faltando 10 giros para el final se veía a un Carl con posibilidades, pero como siempre pasa en el automovilismo, no se trataba simplemente de descontar sino de sobrepasar. Lo único que le servía a ambos para el campeonato era ganar, sin importar la posición del otro. Stewart finalmente se sostuvo en punta, reclamando la bandera a cuadros en Homestead.
Con 2043 puntos para Edwars y Stewart, el único empate de la historia de NASCAR se decidió como ordenan los reglamentos, por el número de victorias que era de 5 contra 1 a favor de Tony. Esto lo llevó a ganar su tercera copa en la categoría, luego de las obtenidas en 2002 (Winston Cup) y 2005 (NEXTEL Cup). Con su triunfo también firmó varias estadísticas, por mencionar algunas: ser el segundo piloto dueño de equipo en llevarse un campeonato (antes lo había logrado Alan Kulwicky en el 92), ser quien más victorias ha tenido desde que se impuso el Chase y el noveno piloto con tres campeonatos acumulados en su palmarés. Pero fuera de todas estas cifras lo que dejó esta copa, fue el renacimiento de una competencia abierta y dos campeones, pues para nada hay que desconocer el trabajo de Edwards hasta el último segundo de carrera. La categoría se ha renovado y despertado de un letargo donde Jimmie Johnson dominó a su antojo, pero sobra decir que en el corazón del Chevrolet 14 de Tony estuvieron las manos del Hendrix Motorsports.
Resultados de la Ford 400 en HomesteadClasificación general de la Copa Sprint 2011Fotos e infografía: www.nascar.com