Muchos de ustedes conocen a Bugatti por sus magníficos superautos modernos: Veyron y Chiron, cuya ingeniería más cercana a la aeroespacial que a la automotriz y sin miramientos en cuanto a los costos, ha logrado iniciar una nueva guerra de potencia entre los fabricantes de los ahora llamados "hypercars".
Aunque Bugatti ha logrado crear vehículos especiales basados en esas plataformas como los Divo, La Voiture Noire, Chiron Sport y 110 Ans, todavía quedaba una dramática jugada por hacer con este auto, uno de los homenajes que nadie esperaba, y que tampoco deja indiferente. El homenaje al Bugatti EB110.
Para quienes tienen menos de 30 años, el nombre EB110 les sonará poco familiar, pero realmente es una muestra de la pasión, de cómo un empresario llamado Romano Artioli se decidió a revivir en los años 90 la noble marca francoitaliana en un pequeño lugar de Italia llamado Campogalliano, donde una enorme y glamurosa fábrica fue construida para elaborar el superauto que pondría de rodillas a Ferrari y Lamborghini.
El Bugati EB110 fue ese auto, develado el 15 de septiembre de 1991, exactamente 110 años después del nacimiento de Ettore Bugatti (de ahí su denominación) y equipaba un inédito chasis en fibra de carbono al que iba anclado un motor V12 de 3.5 litros, 4 turbos y 552 HP acoplados, como Dios manda, a una caja manual de 6 velocidades. Y su diseño, creado por Marcello Gandini y refinado por Giampaolo Benedini, fue impactante y muy italiano. Incluso existió una versión llamada EB110SS SuperSport con 603 HP.
Tenía todo para triunfar, pero debido a la recesión de finales de los años 90, no fue un éxito en ventas incluso a pesar de ser el auto escogido por gente como Michael Schumacher. Debido a eso, y a malas decisiones financieras, como la compra de Lotus y desavenciencias con sus proveedores, además de las bajísimas ventas, la marca cerró sus puertas y así permaneció hasta que el Grupo VW la adquirió en 1998 y devolvió la marca a Molsheim (Francia).
El homenaje de Bugatti a su casi olvidado superauto de los 90 se llama Centodieci (110 en italiano) y su diseño exterior es la reinterpretación de cómo sería un EB110 actual, por lo que podemos ver una parrilla en forma de herradura más pequeña, reminiscente del EB110, mientras que usa tomas de aire circulares en los laterales del auto para refrigeración, como en el auto de antaño. Las luces son ahora 8 pequeños LED y ahí ya no se parece tanto al Bugatti noventero.
La mecánica es el W16 de 8 litros y 4 turbos que fue actualizado y produce 100 HP más que el Chiron, es decir 1.600 HP, por lo que logra acelerar de 0 a 100 en 2.4 segundos y logra alcanzar 380 km/h.
Eso sí, el Bugatti Centodieci es 200 kilos más liviano que un Chiron gracias al profuso uso de la fibra de carbono, logrando una relación peso/potencia de 1.13 kilos por caballo de potencia. La firma francesa construirá apenas 10 de estos ejemplares, con los que también planea hacerle un homenaje a los 110 años de su existencia como marca y los venderá a un precio digno del objeto de culto que es: 8 millones de euros (sin incluir los impuestos).